HOGAR:
JardinerÃa
El Proceso del
Trasplante
Trasplantar o
trasladar una planta de un recipiente a otro es un proceso fundamental para su
desarrollo óptimo, pues siempre se necesita más espacio conforme se produce el
crecimiento.
Para saber cuándo es
imperativo hacer el trasplante, hay que poner atención a si las raÃces llenan
y abarcan todo el tiesto o maceta. Para descubrirlo, se debe regar el compost o
tierra para poder extraer toda la planta de la maceta y asà comprobar el nivel
de crecimiento que han tenido las raÃces. Si éstas no han abarrotado a toda la
planta y están muy apretadas, entonces se debe volver a colocarla en su maceta
y esperar un tiempo prudencial para que esté lista. El trasplante prematuro
puede ser muy perjudicial. Por otro lado, se puede aprovechar para hacer dos
plantas.
Por lo general, las
plantas recién adquiridas vienen en recipientes temporales que no son adecuados
para su óptimo crecimiento, por lo que se recomienda el trasplante especialmente
en caso de los helechos.
Si bien, no se puede
generalizar sobre cuándo resulta más atinado llevar a cabo un proceso de
trasplante porque cada planta es como una persona y tiene sus ciclos
particulares, podemos decir que el comienzo del verano se perfila como el mejor
momento, pues el crecimiento se activa y acelera.
Previo al trasplante,
hay que elegir el recipiente más apropiado, el cual debe ser 2 centÃmetros
más ancho y más profundo que el anterior.
Seguidamente se
coloca, en la base del recipiente, compost nuevo y sobre éste se pone el tiesto
anterior. Luego se llena con compost el espacio intermedio entre ambos tiestos,
se retira el tiesto viejo de manera que quede su marca o cavidad en la tierra, y
ahà se inserta la planta. Debe corroborarse que el compost viejo y el nuevo
entren en contacto. Por último, se riega y se espera a que drene. Antes de
volver a regar, hay que esperar al menos dos semanas, para asà incentivar el
crecimiento de las raÃces que se estirarán en busca de la humedad, y asà la
planta se aferrará a la nueva tierra.
El compost elegido
desempeña un papel fundamental, y casi que de su calidad depende que el
trasplante tenga éxito. AsÃ, uno de los más recomendados es el que lleva
siete partes de turba, tres de tierra negra y dos partes de arena. No obstante,
siempre existe la opción de adquirirlo ya preparado, en cuyo caso hay que
prestar atención a si es la fórmula precisa, pues en la actualidad existen
preparados especÃficamente para plántulas, para primer trasplante o para
trasplante definitivo, a parte del diseñado en particular para las plantas de
interior o compost "sin tierra".
Los composts sin
tierra están hechos de turba a la que se añade los fertilizantes
correspondientes, y presentan problemas de humedad, además de no presentar
siempre la misma fórmula por falta de control. Si este es el compost con el que
se cuenta, cabe prevenir en cierta medida la humedad con sólo vaciar el compost
en un saco o bolsa de plástico extendido en el jardÃn, en una capa muy delgada
y bien distribuida, para dejarlo secar al sol.
También, contra la
humedad puede agregarse según el volumen, una tercera parte de perlita
disponible en cualquier establecimiento de jardinerÃa o vivero.
La medida de extender
el compost en el jardÃn sirve de una vez para controlar si contiene gorgojos de
la vid o sus larvas. Si esto sucede, se recomienda devolver el compost donde fue
adquirido pues estos animalitos osn una plaga y su erradicación es casi
imposible.
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