| 
 HOGAR:
Jardinería
 
Los Ácaros Rojos 
                      Los 
                    acaros rojos conforman la plaga más peligrosa para las plantas, 
                    pues es la que más las debilita y provoca que sus hojas caigan, 
                    se marchiten y se mueran. 
                      
                    Todos los ácaros son muy pequeños y es difícil verlos a simple 
                    vista. Se alimentan de líquidos, ya sea sangre o savia, o 
                    de materias sólidas que disuelven con sus jugos gástricos. 
                    Algunos son libres, sin embargo los rojos son parásitos de 
                    las plantas. 
					
                       
                    Empiezan por atacar los tejidos nuevos de los retoños. Por 
                    lo general, si la planta empieza a decolorarse y el tono del 
                    follaje pasa de ser verde a ser café (marrón) claro, significa 
                    que los ácaros rojos la han atacado. 
                      
                    Los ataques más graves se manifiestan al principio mediante 
                    la aparición de una especie de telarañas en la parte inferior 
                    de las hojas y desde el pecíolo al tallo principal de la planta. 
                       
                    Si esto sucede, ya no hay nada que hacer y hay que desechar 
                    la planta, así como asegurarse que las plantas vecinas no 
                    han sido víctimas de estos animalitos. 
                     Para 
                    controlar la plaga de ácaros rojos, existen en el mercado 
                    un sinnúmero de productos insecticidas, sin embargo lo mejor 
                    es estar siempre alerta, así como tratar intensamente y con 
                    mucha frecuencia, hasta asegurarse de que no hay rastro alguno 
                    de la plaga, con productos especialisados, pues los insecticidas 
                    comunes no tiene efecto contra los ácaros. Particularmente, 
                    los bulbos afectados pueden ser liberados de los ácaros sumergiéndolos 
                    en agua a 44º C. durante una hora. 
 
  Más
consejos 
  
                       |