SALUD:
ArtÃculo
La Resaca
II Parte
Todos estos consejos
son de conocimiento popular. Sin embargo hay varias ideas inexactas, mitos
sobre la resaca que no solamente son inefectivos, sino potencialmente
peligrosos.
El mito más nocivo
es el de que la resaca se alivia tomando más licor. No solamente es
falso (un tóxico no se elimina tomando más tóxicos) sino que es una señal de
un posible alcoholismo.
El alcohol se
elimina del cuerpo a una velocidad de siete gramos por hora, y no se
puede acelerar este ritmo. Por lo tanto beber mucha agua sólo reduce la deshidratación,
pero no disminuirá los sÃntomas de la resaca. Tampoco ayuda, como mucha
gente cree, beber una cucharada de aceite antes de ingerir licor para proteger el estómago,
pues el aceite no cubre el órgano de manera uniforme. La vitamina B6,
aplicada por vÃa intramuscular, ayuda a acortar los efectos secundarios en los
casos graves, pero consumir pastillas de esa vitamina con el mismo propósito es
inefectivo.
Tampoco ayuda mezclar
el licor con agua, porque al bajar la cantidad de agua en el
cuerpo se necesita reemplazarla, lo que hace que ambos lÃquidos sean absorbidos
con mayor rapidez.
Si se ha decidido
tomar licor, hay varias maneras de prevenir la resaca o por lo menos de
reducir sus sÃntomas. Es importante no tomar en exceso. El cuerpo puede
defenderse hasta cierto punto del alcohol, metabolizándolo y
eliminándolo, pero si los niveles alcohólicos son demasiado elevados se
producirán las molestias.
También es
importante no beber con el estómago vacÃo, pues aumenta la velocidad
con la que se absorbe el alcohol. También se puede comer mientras se
bebe, para regular la velocidad con la que el alcohol pasa al torrente
sanguÃneo.
También se aconseja no
mezclar bebidas. Incluso es poco recomendable tomar café entre
tragos de licor, pues el efecto excitante de la cafeÃna entra en conflicto con
el efecto relajante del licor, lo que lleva a un desequilibrio metabólico que
agudizará los sÃntomas de la resaca. Sin embargo algunos lácteos como la leche
y el yogur pueden ayudar a proteger el estómago.
Hay que tener
presente que cada individuo tiene un metabolismo distinto. Diferentes
factores, como el estado de salud, peso corporal, hábito de
beber, cansancio y equilibrio bioquÃmico afectan el grado en el
que se procesa el alcohol, por lo que una cantidad de licor que le produce a una
persona un ligero dolor de cabeza en la mañana siguiente puede dejar a otra
persona incapacitada por las molestias de una fuerte resaca.
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