Otra utilización de los espejos es desviar las felchas negativas que se forman en los ángulos agudos de los edificios que apuntan una habitación. El espejo se coloca estratégicamente enfrente del ángulo para que desvíe la imagen amenazadora contra sí misma.

En cuartos de baño o lavabos cerrados, los espejos cumplen una función muy importante pues evitan que la zona esté muerta y que afecte la salud de quienes utilizan la habitación. Sin espejos, las personas se enfrentan a una zona con energía estancada y sus intestinos son los primeros que sufren.

Ahora bien, en las habitaciones los espejos deben ser colocados con mucho cuidado, pues si la atmósfera es demasiado estimulante, el descanso de la persona se verá dificultado. Además, en China existe la creencia de que el alma abandona el cuerpo en la noche para dejarlo descansar, y si al salir se topa con su propia imagen reflejada puede asusutarse y no regresar al cuerpo, quedándose en el espejo perdida.

Se recomienda, entonces, colocar un espejo sobre una cómoda o en sólo, de manera que se evite el reflejo de la persona que duerme en la cama, y que permita que la puerta se vea desde ella.