CULTURA:
Huellas de Mujeres
Camille
Claudel
Hija de Louis-Prosper
Claudel y hermana del conocido poeta Paul Claudel. Los escritos de su hermano
han sido los que más información han brindado sobre la atormentada vida de su
hermana.
Entre los cinco y los
doce años, Camille recibió la educación de las Hermanas de la Doctrina
Cristiana. Luego, se mudan a Nogent-sur-Seine, un pueblo cercano de ParÃs,
donde vivÃan dos importantes escultores de la época Alfred Boucher (1850-1934)
y Paul Dubois (1829-1905).
El padre de Camille,
que conocÃa el talento de su hija, se encargó de que Boucher viera el trabajo
de ella, quién muy impresionado se lo presentó a Dubois. Con el apoyo de ambos
artistas, la joven escultora pudo entrar en la Académie Colarossi, uno de los
pocos centros que aceptaba mujeres. En este momento la familia Claudel se
traslada a ParÃs.
Si bien, Camille no
tuvo una educación formal, con la ayuda de su tutor y su interés personal por
aprender la llevarÃan a ser muy culta. Ella, por su propia iniciativa se leyó
la nutrida biblioteca de su padre. Por otra parte, su talento con el barro y la
cerámica, se manifestó desde que era muy niña, por lo que no fue difÃcil que
en la adolescencia ya fueran conocidos varios de sus trabajos por importantes
escultores.
Después de un tiempo
de asistir a la academia, Camille se unió a otras mujeres escultoras que
recibÃan clases particulares con Boucher. Alrededor de 1883, el grupo de
escultoras fue heredado por el gran artista de fama mundial Aguste Rodin, pues
Boucher partió para Italia.
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Busto
de Rodin esculpido por Camille Claudel |
Pronto, Camille se
enamoró de Rodin, y logró convertirse en su amiga, en su compañera, en su
ayudante y en su amante. Asà se inició una de las relaciones más tórridas
que ha habido en el mundo de los artistas. A tal punto y tanto se extendió su
amor desmesurado, pasional y lleno de celos, traición, angustia y dolor que el
gran dramaturgo Henrik Ibsen (Casa de Muñecas), basó su complicada y profunda obra drámatica "Cuando
nosotros los muertos despertamos", en la historia de estos amantes.
Rodin tenÃa en ese
momento 43 años de edad y Camille sólo diecinueve, sin embargo ella se entregó
a él como toda una mujer y en todos los ámbitos de su vida. La violenta
relación que duró quince años, dejó una irremediable huella en el trabajo de
la joven artista, pero más que todo en su vida emocional.
La joven continuó
viviendo en casa de sus padres hasta 1888, momento en que se muda a un lugar
cercano al estudio de Rodin. En esta relación tormentosa, cada uno se vio
beneficiado, pero también ambos salieron perdiendo. Ella, aunque nunca dejó su
propio trabajo, pasaba más tiempo con Rodin haciendo estudios, e incluso se
dice que ayudándole a esculpir sus propias obras, especialmente las "Puertas
del Infierno".
Esto último ha
surgido ante la imposibilidad de explicar la velocidad con que trabajaba Rodin y
su gran producción, sin embargo no se ha podido comprobar nada parecido. Ella
funcionaba mucho como su modelo y como su musa, él era su guÃa y maestro.
Ante esto, el talento
indiscutible de Camille se vio opacado por la gran sombra de Rodin, y se especula
que fue por tal motivo, que después de largos quince compenetrados años, la
relación habrÃa empezado a tambalearse; tal vez ella esperaba demasiado de
él.
El trabajo de Camille
refleja claramente la transformación interna que sufrió desde que Rodin
apareció en su vida. Mientras las producciones de los primeros años, de la
Academia y de cuando estaba con Boucher, respetan totalmente el clasicismo
francés, por ejemplo su Giganti (1885) muestra una búsqueda más naturalista y
cálida, más expresiva.
En el año de 1893,
ya Camille estaba viviendo y trabajando totalmente sola, aunque mantiene un
contacto inestable con el amor y tormento de su vida, hasta que en 1898 terminan
definitivamente un amor que se vio viciado por la competencia, y que no
sobrevivió los embates del tiempo, sobretodo si se toma en cuenta que Rodin
nunca dejó a su esposa, ni respetó mucho el trabajo de Camille.
Por su parte, Camille
se dedicó a la escultura frenéticamente, y se volvió cada vez más arisca.
Aunque participó en varias exposiciones de galerÃas importantes, no salÃa de
su cuarto donde se dedicaba a esculpir. Su situación económica se encrudeció
y al poco tiempo empezaron a aflorar muestras de problemas mentales. Se volvió
muy paranoica e insistÃa que Rodin la querÃa destruir, y que la perseguÃa.
Alejada de su hermano a quien ella estaba muy apegada, y sin la guÃa de Rodin, Camille
se derrumbó. Empezó a tener problemas con las GalerÃas, porque no
entregaba sus obras, pero no era que no producÃa sino que escultura que
terminaba, escultura que destruÃa.
En 1913, la
recluyeron en un asilo, al año siguiente la transfirieron a otro donde estuvo
hasta su muerte.
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biografÃas
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