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 CULTURA:
Huellas de Mujeres
 
CLEOPATRA 
                      Nació 
                    en Alexandria, capital del antiguo Egipto, en 69 a.E.C. 
                    (antes de la Era Común). 
                      
                    Su padre era Ptolomeus XII, faraón de Egipto, quien murió 
                    en el 51 a.E.C. Cleopatra y su hermano heredaron el trono 
                    y se casaron. El incesto era común en el antiguo Egipto, sobre 
                    todo dentro de la clase gobernante, con la intención de mantener 
                    el poder entre familia, por lo que esto no era extraño. Claro 
                    que su matrimonio era simplemente oficial, y no existía ningún 
                    amor entre ellos. Las luchas de poder se iniciaron, pues su 
                    hermano que tenía sólo 12 años no gobernaba, sino que lo hacían 
                    sus consejeros, pero Cleopatra que era muy independiente se 
                    adueñó del poder. Al ver esto, los consejeros de su hermano 
                    la exiliaron a Siria. 
					
                      
                    Al tiempo, en el 47 a.E.C. Julius Caesar, el gobernante de 
                    Roma, la ayudó a enfrentarse a su hermano y logró que le fuera 
                    devuelto el poder que le correspondía. Con él, Cleopatra tuvo 
                    un hijo, Caesarion. Caesar quedó tan embrujado por ella, que 
                    reconoció a este hijo como suyo, aun cuando había rumores 
                    de que no era de él. Al tiempo la invitó a Roma, y ella no 
                    sólo fue, sino que hizo una entrada triunfal llena de ostentación 
                    y lujo. 
                      
                    Cuando Caesar fue asesinado, el caos reinó en Roma por mucho 
                    tiempo. Pero Marcus Antonius, uno de los tres líderes de Roma, 
                    fue su nueva solución. Cuando él la llamó para interrogarla, 
                    ella asistió e hizo otra entrada triunfal. Su lujo y excesos 
                    conquistaron inmediatamente a Marcus Antonius a tal punto 
                    que se fue con ella para Alexandria, olvidando sus responsabilidades. 
                    Al tiempo, reaccionó y volvió a Roma, pero a los seis meses 
                    de esto, Cleopatra tuvo gemelos. Marcus Antonius no pudo estar 
                    lejos de ella y abandonó a su esposa para ir a su encuentro. 
                       
                    El Senado ofendido e incitado por Octavius, otro de los líderes 
                    romanos, optó por declararle la guerra a Egipto. La batalla 
                    fue en la costa griega, y como los romanos iban ganando, Cleopatra 
                    y Marcus Antonius huyeron. En el 31 a.E.C., Octavius atacó 
                    Alexandria. Las tropas de Marcus Antonius, que estaban hartas 
                    de estar en Egipto, se unieron al invasor y abandonaron a 
                    su General. Marcus Antonius traicionado y vencido, huyó. Se 
                    refugió en el mausoleo de Cleopatra, donde ella estaba escondida 
                    y dada por muerta. Allí él murió, se presume que envenenado 
                    por Cleopatra. Ella fue hecha prisionera de Roma, y antes 
                    que ser humillada prefirió suicidarse, dejándose morder por 
                    una cobra. 
                      
                    Cleopatra fue la última reina de Egipto, nación que se convirtió 
                    en una provincia romana después de su muerte. Ella fue una 
                    mujer muy inteligente, que utilizó todos los medios a su alcance, 
                    incluyendo la seducción, para obtener el poder, y para que 
                    su país no fuera conquistado por Roma. 
         
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