CULTURA:
Grandes Mujeres
ELLA FITZGERALD
Ningún cantante de jazz o música popular que tenga respeto por sí mismo y
por su público puede negar la influencia que Ella
Fitzgerald tiene en su carrera y a
que ella demostró que la imagen y la calidad vocal no están reñidas.
Fitzgerald no tenía el aura tan "oscura" de
Billie Holiday,
el esplendor de Sarah Vaughan o la acidez de
Carmen McRae, sino que ella
mostraba una dulzura encantadora y una habilidad para manejar a su público que
siempre le acarrearon el favor y el respeto de los demás. Originalmente
influenciada por Connie Boswell, cantó con toda el alma y se hizo famosa por
sus vocalizaciones a capella y fue de los pocos cantantes que fue
reverenciada por los instrumentalistas de jazz. Su tesitura de tres
octavas y media era flexible, creativa y melódica.
La carrera de Ella Fitzgerald se extendió por sesenta años.
Nació en Newport News, Virginia, el
25 de abril de
1918. Entró en el negocio de la música al ganar el show de
talentos del Teatro Apolo de Harlem
en 1934, esto le abrió las puertas al estrellato, entró en la banda de
Chick
Webb y se convirtió en su figura estelar. En 1938 colocó
su primer éxito,
la canción "A Tisket A Tasket," seguida por
"Undecided," en 1939. Años después de la muerte de Webb, Fitzgerald
comenzó su
carrera como solista.
Ya para el año 1946, era la cantante estrella en el legendario show
Jazz At The Philharmonic, organizado por Norman Granz quien se convirtiera después
en su manejador. Su primer album fue grabado en
1956 para el conocidísimo
sello Verve, del cual Granz fuera el dueño y quien extendiera la fama de la cantante,
pues le permitió cantar obras de conocidos compositores norteamericanos de la talla
de Duke Ellington, George Gershwin, Irving Berlin y Harold Arlen. Según muchos
especialistas, de esta época data una de las mejores grabaciones jamás hechas
en Jazz, su álbum con el guitarrista Joe Pass.
Poseedora de un canto sólido y de un estilo muy propio que denominaran "swing-to-bop mode", nunca cambió su estilo a pesar de que vinieran nuevas
generaciones y nuevos gustos musicales, a pesar de eso ella lograba atraer a
todo tipo de público, sin importar la generación a la cual perteneciera. En 1960, en medio de la época de las faldas largas y James Dean, ella se
daba el lujo de llenar auditorios en diversas universidades de Estados Unidos hasta
reventar. En 1979, Fitzgerald fue aceptada en el
Salón de la Fama y murió
el 15 de junio de 1996.
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