ESPECIAL
DEL DÍA DE LA MUJER
8 DE MARZO
Las Mujeres
Latinoamericanas y el Sufragio
Si bien el
sufragio femenino se logra generalizar e institucionalizar en Latinoamerica hace
cuarenta o cincuenta años, hay registros de participaciones femeninas en la
vida política de nuestros países desde hace más de un siglo.
Aparentemente, las
primeras mujeres en ejercer el voto en América Latina fueron las ecuatorianas
en 1929, y en el continente fueron las mujeres de Canadá, en 1918. Sin
embargo, el caso de Ecuador es una gran excepción, porque a pesar de ser el
primer país en otorgarle a las mujeres el derecho al voto, no lo hizo como
resultado de grandes luchas.
Fecha
de obtención del
Derecho al Voto |
México - 1953
Cuba - 1934
Rep. Dominica - 1942
Bahamas - 1964
Guatemala - 1945
Belice - 1945
Honduras - 1954
El Salvador - 1932
Nicaragua - 1950
Costa Rica - 1949
Panamá - 1941
Colombia - 1954
Venezuela - 1947
Ecuador - 1929
Perú - 1955
Bolivia - 1952
Brasil - 1934
Paraguay - 1961
Uruguay - 1932
Chile - 1949
Argentina - 1947 |
En nuestra historia
latinoamericana, se pudieron rastrear los primeros
planteamientos sobre la necesidad de mayor justicia, equidad y participación
femeninas, en declaraciones e ideas del conocido precursor del Independencia, Francisco de
Miranda (1750-1814). Este venezolano, no sólo se preocupó por la libertad y la
unión latinoamericanas, sino que insistió en que la mujer debía ser tomada en
cuenta en las decisiones políticas e incluso que debía tener representación
en el gobierno.
En el siglo XVIII, muy
pocas personas -fueran mujeres u hombres- se detenían a pensar en que existiera
una dominación masculina sobre las mujeres. Miranda, a finales de ese siglo, se
atrevió incluso a plantear abiertamente el derecho al voto que tenían todas
las mujeres, por supuesto que sin ningún tipo de concecuencia.
Para el siglo XIX,
varias mujeres latinoamericanas iniciaron el camino de la búsqueda de igualdad
y las luchas por sus derechos. Aparentemente, en el Salvador, la constitución
política de 1886 otorgó la ciudadanía a las mujeres, lo que no implicó su
derecho a l sufragio. Actualmente, puede
resultar increíble, pero así era: las mujeres no llegaban siquiera a
ciudadanos de segunda categoría, simplemente no eran contempladas como tales
del todo.
Por otro lado, en
Chile también hubo tempranos intentos de adquirir la igualdad. La constitución
de ese país no prohibía que las mujeres votaran, simplemente no contemplaba la
posibilidad. Amparadas en esto, un grupo de mujeres de San Felipe se calificaron
para votar. El escándalo no se hizo de esperar, y la querella se resolvió con
la inclusión de una cláusula, en 1884 que prohibía expresamente que las
mujeres ejercieran el sufragio, a pesar de que el ministro Ignacio Zenteno,
había defendido el punto apoyado en la constitución. La inclusión de esta
cláusula probablemente se debió a que había un portillo en la ley que
permitía el voto de las mujeres, y que en 1876, otro grupo de mujeres
pretendió ejercer su derecho al voto y alcanzaron a empadronarse. Este fue un
paso decisivo, cuando las luchas feministas recién estaban tomando fuerza en
Europa y Estados Unidos.
De igual forma, en
México, las luchas comenzaron en 1870, cuando varias mujeres se agruparon en
torno al periódico Siempre Viva, de corte liberal, y luego muchas mujeres se
adhirieron al partido de esa misma tendencia bajo el nombre de Las hijas de
Anáhuac. Para la siguiente
década, surgieron varias revistas feministas, como El album de la mujer fundada
por Concepción Jimeno de Flaquer (quien se atrevió a decir que la mujer no era
sólo un útero) o Violetas de Anáhuac establecida por la conocida
feminista Laureana Wright de kleinhauss, quien abogó públicamente por el
sufragio de la mujer y su educación, así como por la igualdad ante la ley.
Además, Juana Gutiérrez instauró el periódico Vesper, así como los
clubes políticos femeninos Amigas del Pueblo e Hijas de Cuauhtémoc.
Desde todos estos nuevos espacios, las mujeres mexicanas se expresaron, buscaron la
igualdad y lucharon por su derecho de ejercer el voto.
Ahora bien, todas
estas luchas que a veces incluso resultaban en derramamientos de sangre y que se
dieron en todo el continente, fueron siempre obstaculizadas por la Iglesia. Los
partidos políticos de izquierda estuvieron también bastante retisentes al
principio, debido a la creencia de que las mujeres no votasrían por ellos. Pero
luego, las izquierdas y la anarquía fueron sin duda campos desde donde se
impulsaron los cambios políticos que llevarían a la mujer a obtener su derecho
al voto.
Desde aquella época
de enfrentamientos drásticos hasta
hoy en día, valientes, decididas y valiosas mujeres se han levantado y han
exigido que se les otorgue en la sociedad, las mismas condiciones que a los
hombres en todos lo campos, y ahora en todo nuestro continente, las mujeres
como ciudadanas de sus países deben ejercer su derecho al voto.
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