BELLEZA:
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Bronceado Natural
Si eres de las que no les gusta mucho
tomar el sol, entonces esto te va a parecer estupendo: existen métodos
para adquirir un bronceado sin necesidad de asolearse.
Existe un compuesto farmacéutico que es un derivado incoloro de la caña
de azúcar. Es 100% natural y totalmente inocuo (incapaz de dañar). Este
compuesto se llama Dihydroxyacetona o DHA, está compuesto de un azúcar
con tres carbonos que genera una reacción natural e inmediata de
bronceado al estar en contacto con las proteínas de la piel.
Actúa sobre la parte más exterior y superficial de la epidermis, por lo
que la DHA no llega a penetrar la piel, evitando alergias o sarpullidos.
El bronceado se puede observar inmediatamente después de ponérselo,
aumentando progresivamente durante las siguientes horas. El tono
bronceado de la piel se mantiene por aproximadamente entre 7 y 10 días,
dependiendo de la hidratación y cuidados que se le dé.
En este proceso no interviene la melanina. No contiene tintes o
pigmentos, por lo que el bronceado se ve completamente natural.
Se debe tener en claro que este
bronceado no desaparece cuando te bañas. Como cualquier bronceado
natural, irá perdiendo su color poco a poco, con la misma descamación de
la piel que se da con el bronceado natural.
Pero si prefieres un broncearte con algo preparado en casa, ve a una
tienda de productos naturales, compra un tarrito de aceite de coco y
échale 3 o 4 astillitas de canela.
Luego deja el tarrito al sol por unos 2 o 3 al sol. Después de este
tiempo, el aceite se verá como si se hubiera tostado y cambia a un color
como café.
Colócate un poco del aceite a donde quieres broncearte. Este aceite con
canela aparte de broncearte te hidratará; el resultado podrás observarlo
entre los 15 y 22 días después del
primer día que te lo pusiste.
Si comes bastante zanahoria tu piel
tomará mejor el sol que recibas (pueden ser unos pocos minutos al día).
Recuerda que aunque quieras verte bronceada, también debes proteger a tu
piel de los rayos del sol. Además, es necesario que hidrates tu piel al
menos dos veces al día (luego de la ducha y antes de acostare). Una piel
hidratada se mantendrá joven por más de tiempo y aceptará más fácil un
bronceado.
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