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AROMATERAPIA
La aromaterapia se basa en los poderes curativos de plantas y
flores, por medio de aceites. Estos aceites suelen encontrarse
en cualquier parte de la planta, aunque muchos los concentran
en unos órganos más que en otros.
La aromaterapia no es una técnica de curación nueva. En el
lejano oriente se utilizaban aceites y plantas para hacer
ungüentos y relajar a los reyes con extractos de las flores.
El emperador chino Kiwang-ti habla en unos manuales de
medicina de hace dos mil años sobre las maravillas que se
podían hacer con la granada y el ruibarbo. Los griegos y los
romanos disfrutaban enormemente los placeres que les brindaban
las esencias aromáticas, al igual que los egipcios y chinos
quienes tuvieron una gran participación en el desarrollo de la
aromaterapia, teniendo entre ellos a grandes de la
aromaterapia, tales como Teofastro, quien es considerado uno
de los precursores del uso terapéutico de las plantas. A su
vez Hipócrates también menciona en sus tratados los poderes de
curativos de las esencias aromáticas. Ya en épocas medievales
Hildegard Von Bingen escribió su trabajo de herbolaria dando
énfasis a las especies como la lavanda. Ya para los siglos XVI
y XVII más de cien aceites esenciales fueron utilizados en la
investigación de fórmulas de medicina tradicional.
A principios de este siglo el francés Rene Gottefosse,
conocido como el padre de la aromaterapia, reconoce que la
estructura molecular de estos aceites permite que la piel
absorba sus sustancias grasas.
La forma de obtener estos aceites aromáticos de las plantas
está determinada por los métodos de extracción. El aparato que
se utiliza para estas extracciones se llama mortero asirio;
antes se utilizaban vasijas de barro con tapa con un trapo de
lino llena de agua. En la mayoría de estos procesos suelen
ocurrir reacciones químicas significativas durante las
extracciones. Hay aproximadamente tres tipos de extracción:
por disolución, por extracción y por arrastre.
En la actualidad estamos rodeados con hierbas medicinales como
el romero, la salvia, el romero, la manzanilla, etc. Con todas
estas plantas a nuestro alrededor hemos pasado por alto las
propiedades tanto curativas como relajantes que poseen. En el
mercado se nos ofrece una gran variedad de aceites esenciales,
que pueden confundir a quienes nunca han utilizado
aromaterapia. Uno de los grandes problemas que se presentan a
la hora de comprar aceites es que hay unos que son
extremadamente caros, esto debido a que se utiliza muchísima
cantidad de la planta para fabricar una gota de esencia. Pero
no es necesario comenzar con esencias de jazmín, se pueden
probar aceites de bajo costo como la lavanda, geranio y menta.
A la hora de comprar un aceite esencial se debe comprar un
aceite esencial y no uno para quemador, ya que estos no son
para uso terapéutico. Los mejores lugares para comprarlos
seria en un herbolario, estos vienen en botellas de vidrio
oscuro y su precio es más alto.
La aromaterapia se debe combinar con masajes, los cuales
ayudan a que este se impregne mejor en los poros. Estos
aceites ayudan a relajarse, a aliviar el estrés y a mejorar la
circulación. Cuando se aplican los aceites lo más recomendable
es cubrir la parte con una toalla o un pañuelo. Se debe tener
mucho cuidado por la forma en que se utilicen estos aceites,
ya que hay médicos que los suministran vía oral, pero es muy
peligroso porque puede causar reacciones no deseadas. Cada
esencia produce efectos distintos, desde relajación hasta
deseo sexual.
Estos son algunos de los principales aceites esenciales que
podemos utilizar, la mayoría son de fácil acceso para las
personas y con propiedades muy buenas:
*Menta: actúa como estimulante mental, se puede
utilizar para aliviar dolores estomacales, con una cucharadita
de miel y una taza de té.
*Romero: activa el metabolismo de la capa externa de la piel y
estimula la regeneración celular. Ayuda a eliminar toxinas.
Actúa como estimulante proporcionando más energía y
controlando la depresión. Descongestiona el pecho.
*Manzanilla: Ayuda a aliviar el estrés, la depresión y el
insomnio. Reduce las inflamaciones en la piel y el dolor
causado por la artritis.
* Eucalipto: es muy bueno para friccionarse en la piel cuando
se padece de catarro o gripe. Alivia la congestión nasal y los
dolores de garganta.
*Lavanda: posee propiedades calmantes, antisépticas y
analgésicas. Se puede utilizar para cortaduras, quemaduras y
picaduras de insectos. También ayuda para el dolor de cabeza,
insomnio, estrés, depresión, nauseas, dolores menstruales y
musculares.
Ahora bien, podemos ver algunos de los métodos para aprovechar
los aceites esenciales:
*Difusión: Los productos llamados difusores
o atomizadores, esparcen los aceites esenciales invadiendo la
habitación con pequeñas partículas del aroma. Son de gran
utilidad en espacios cerrados donde se quiera tener un aroma
agradable. La mayoría de los aceites los venden ya listos para
utilizarlos en presentaciones de spray.
*Compresas: se usan para aliviar dolores de cabeza y molestias
musculares. Se pueden utilizar unas cinco o diez gotitas de
aceites esenciales en cinco onzas de agua. Se empapa la toalla
en esta la solución y se aplica al área dolida. Pueden ser
frías o calientes.
*En la tina: se pueden echar varias gotitas de aceites
esenciales sobre el agua tibia de una bañera durante quince o
veinte minutos. Por medio del agua con los aceites estamos
absorbiendo todo por medio de nuestra piel. Se puede mezclar
con tres cucharadas de miel de abeja antes de echarlo al agua.
*Inhalación: se pueden colocar varias gotas en un pañuelo he
inhalamos el vapor que envié durante varios minutos.
Además de estas técnicas para relajarte, puedes probar e
inventar algunas otras que se te ocurran y compartirlas con tu
familia y amigas. Puedes en tu casa crear tu propio spa,
tomando un buen baño relajante en la tina, o si no tienes
tina, colocando las gotitas de aceite en una esponja y
frotando tu cuerpo. Coloca una velas aromáticas que sean del
mismo olor que la esencia que estas utilizando para el cuerpo,
una música suave y con esto tendrás un spa privado.
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