EN
PAREJA: Sexualidad
El Ombligo en el Sexo
(II Parte)
El
ombligo es un detonante infalible de ardientes pasiones, siempre que sea
acariciado de la mejor manera para estimular y desatar un deseo
incontrolable.
Es la chispita necesaria para escender toda la hoguera de la sexualidad y
alcanzar los lÃmites del placer más insospechados.
Por
ello, utiliza tu imaginación y sé creativa, pues hay muchas formas de provocar
la incitación necesaria. Inicia las caricias en torno a ese botoncito de
placer, con tus manos o sólo con tus dedos, ya sea en seco, o humedece tus
dedos, llénalos de miel o de acéites aromáticos y diviértete, que la
sexualidad es para disfrutarse al máximo.
Explora
con dedicación y entrega, la zona lo amerita. Desliza el dorso de tu mano
alrededor de ese ombligo que tanto te gusta, y si eres más atrevida, no olvides
lo besos. Puedes acariciar con tus
labios o con la lengua, verás que su reacción será más que agradable.
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