SALUD:
En Forma
El Arco
El Arco es un asana que permite un doblamiento completo hacia atrás y combina y aumenta los beneficios de la Cobra y la Langosta.
Por ello, se recomienda que estos tres ejercicios se realicen seguidos, pues funcionan como complemento uno del otro.
El arco flexiona la espalda, de manera que masajea y vigoriza los músculos internos -especialmente los abdominales-, expande el pecho lo cual es ventajoso para los asmáticos, incrementa la elasticidad de la columna, pues la contrae al máximo.
Como posición inicial, hay que echarse al piso sobre el abdomen, con la frente apoyada en el suelo. Se doblan las rodillas y se levantan los pies, lo
cuales deberán permanecer relajados todo el tiempo. Se toman los tobillos con las manos, y con los brazos
estirados, al tiempo que se aspira, se arquea todo el cuerpo hacia arriba. Se separan del suelo la cabeza, el pecho y los muslos. La posición debe mantenerse al menos diez segundos, hasta lograr sostenerla paulatinamente durante un minuto. El asana se debe repetir de tres a cinco veces.
La cabeza debe mantenerse hacia atrás y
la mirada hay que dirigirla hacia arriba durante el tiempo que dure la postura,
pues asà logrará elevar más el pecho.
Cuando esta postura se realiza debe
evitarse que las manos se tomen de los pies y no de los tobillos, que sólo se
levante la parte superior del cuerpo, que los codos estén flexionados y las
rodillas demasiado dobladas, que los talones lleguen a tocar los glúteos
(nalgas), que el cuerpo se tuerza hacia un lado y que la cabeza esté inclinada
hacia adelante.
Es importante advertir que si se está embarazada, este ejercicio ni sus variaciones no debe realizarse del todo, pues
incrementan la presión sobre el vientre.
Directorio de ejercicios
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