BELLEZA:
ArtÃculo
Cambia tu Imagen
A menudo nos cansamos
de nuestra apariencia, y quisiéramos un hada madrina que nos cambie con su
varita mágica.
Sin embargo, la magia
o los milagros no son realmente necesarios. Las transformaciones de look están
a tu alcance, aunque no lo creas. Solo necesitas cierta imaginación, buena
disposición y por supuesto mucha seguridad en tà misma.
Cuando tomas la
decisión de verte diferente, debes saber que el proceso te ayudará a conocerte
a ti misma y sin dudarlo, será muy saludable, pues al final te sentirás
renovada.
La forma más fácil
para transformarte es cambiar el corte o el color de tu cabello o cambiar tu
maquillaje. Si deseas que tu metamorfosis sea radical, puedes cambiarlo todo al
mismo tiempo, pero también puedes hacerlo paso a paso, y asà no arriesgarte
demasiado. Tú eres la que decides, según sea tu temperamento.
Entonces, vamos por
partes. Aunque un corte de pelo o el tinte puedes hacerlos en tu casa, te
recomendamos que si no eres muy diestra en estos menesteres, acudas a los
profesionales para que los resultados sean óptimos.
La idea es que le
expliques al profesional el cambio que deseas, por lo que debe ser alguien que
esté dispuesto a escuchar y también a aconsejarte, especialmente en cuanto al
color que elijas o al corte, ya que no todo calza con nuestro fÃsico o incluso
con nuestra forma de vida. Si no te sientes cómoda con esta persona, no le
tienes confianza o él no acepta tus sugerencias, no servirá. Es muy importante
que esté dispuesto a dedicarte el tiempo que requieras, por lo que de todo esto
debes asegurarte antes de dejar en sus manos la transformación que tanto
deseas.
Definitivamente, la
mejor forma de garantizarte un buen resultado, es que tú sepas de antemano lo
que deseas, para que no quede todo a la decisión del estilista. AsÃ, serÃa
ideal que le llevas una fotografÃa de lo que deseas, de tal forma que serÃa
aconsejable que investigues y decidas exactamente cómo quieres lucir. AsÃ,
será más fácil que el peluquero te entienda, y él podrá sugerirte también
con más facilidad, lo que le parezca más adecuado.
Ahora bien, lo mismo
aplica al maquillaje, pues aunque hay muchas de nosotras que naturalmente saben
cómo maquillarse, hay otras que no tenemos las nociones necesarias para lograr
un buen efecto cuando nos maquillamos, por lo que siempre es mejor acudir donde
un especialista, ya sea en una estética o también algunos salones de belleza
dan ese servicio.
Si tu presupuesto es
reducido, no hay problema pues es común que en las tiendas de departamentos o
en las que venden productos marca, hagan cada cierto tiempo sesiones de
maquillaje por muy bajo costo o incluso gratis en las que tú misma puedes
participar o al menos asistir para ver cómo lo hacen.
Cuando hagas esto, debes asegurarte de
tomar notas para que realmente aprendas y repitas paso por paso en tu casa el
proceso de maquillaje. Para ayudarte a comprender utiliza gráficos, numera las
actividades y describe cuidadosamente y en orden la forma en que se aplicó cada
parte del maquillaje.
Por supuesto que no hay transformación
completa si tu vestimenta sigue siendo la misma, pero aunque suene increÃble
esto no es fundamental. Lo más importante es que antes del cambio exterior,
internamente te sientas diferente. Ahà empieza todo, y desde adentro irradiarás
otra imagen, por lo que aunque sigas con la misma ropa, te verás diferente.
Sin embargo, si eres
arriesgada y quieres verte totalmente diferente cambia también la ropa. Debes
revisar primero qué te gusta de tu guardarropa actual, recuerda que muchas
prendas cambian de apariencia con sólo combinarlas de forma diferente, por lo
que no las deseches de antemano. Puedes comprar nuevas piezas, pero esto no es
totalmente necesario, ni se trata de que adquieras toda la ropa nueva.
Recuerda que toda la
apariencia nuestra expresa nuestra forma de ser y pensar y nuestro estado actual,
por lo que es necesario, como mencionamos, que el cambio se dé en tu interior.
Incluso a veces con eso basta.
Pero si sientes la
necesidad de transformarte, atrévete que no tienes nada que perder, y si mucho
que ganar.
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