SALUD:
Dietas
Dieta para después
del Embarazo
Después del embarazo, es común que nuestro cuerpo no sea
el de antes, y la figura que tuvimos en algún momento parezca
perdida para siempre.
Pero no hay que alarmarse. La acumulación de grasa
, cintura
amplia, vientre abultado, muslos gruesos y caderas anchas
son concecuencia lógica del embarazo reciente, pero no hay
porque pensar que esta condición es permanente.
Lo más importante es saber que no hay que matarse de hambre,
especialmente si te hayas en perÃodo de lactancia, pues el
cuerpo requiere de diversos nutrientes para fortalecerse y
para producir la leche con la que se alimenta a la nueva vida.
La lactancia por sà misma reduce el peso del cuerpo, pues
cada succión provoca una contracción en el útero y además
de permitir que éste vuelva a su tamaño original, se produce
quema de calorÃas y se gastan las reservas de grasas en la
producción de leche.
Pero para ayudar al proceso y recuperar tu figura, puedes
optar por una alimentación equilibrada y ejercicios, aunque
debes saber que este proceso es lento, por lo que no puedes
pretender quedar totalmente esbelta inmediatamente. Como dijimos
es un proceso, y por tu condición no es sano que inicies una
dieta rigurosa o extrema.
Debes
saber que una alimentación adecuada para este momento y para
lucir como si nada hubierapasado, es fundamental el consumo
de azúcar y carbohidratos tales como las papas, el arroz,
las pastas y las féculas, ya que colaboran a mantener los
niveles de azúcar en la sangre y proporcionan energÃa. El
azúcar debe ser morena o mascabado e ingerirse en pequeñas
cantidades, pues esta se absorbe de manera más lenta.
Pero para guardar el equilibrio necesario, debes incluir en
tu dieta las proteÃnas que se encuentran en la carne roja
sin grasa, el pollo, el pescado, y los lácteos descremados.
También, no debe olvidarse la fibra que colabora con la digestión;
ésta se encuentra en cereales, germinados, pan integral, y
vegetales con cáscara.
De igual forma, debes comer cuatro veces al dÃa de forma moderada,
en lugar de hacer dos comidas abundantes, para asà evitar
molestias estomacales y garantizarte un consumo constante
de energÃa.
El consumo de agua y lÃquidos se considera igualmente básico,
por lo que se recomienda que bebas al menos tres litros al
dÃa. Para lograrlo puedes optar por los jugos de frutas naturales,
caldos de verduras, pollo o carne sin grasa.
Las grasas son un tema delicado. Se aconseja que prefieras
las de origen vegetal, ya que las provenientes de los animales
son más difÃcils de digerir, producen calorÃas y aumentan
el nivel del colesterol dañino.
En
todo caso, se recomienda que consultes con tu médico para
que él te ofrezca un plan de alimentación particular según
tus caracterÃsticas, ya que aunque ya el bebé no está en tu
vientre, tu estado aún se considera especial y debes tener
mucho cuidado con tu alimentación.
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