EN
PAREJA: Sexualidad
Cuando Él no Quiere
II Parte
En caso de que lo que está sucediendo se deba a que no encuentran tiempo,
están cansados, hay mucho trabajo, vivan muy de prisa y además saben que
cuando lo deseen pueden obtener el contacto sexual, la mejor solución consiste
en ponerse de acuerdo para no posponerlo más. Pueden arreglarse de manera
especial y hacer una especie de cita, que por lo demás aregará un poco de
romance.
Ahora, si estás ya
cansada de intentarlo, de sus excusas y rechazos, y estás por claudicar en tu
empresa, vencida y segura de que no te quiere, no te rindas todavÃa. OlvÃdate
del reclamo directo, porque por lo general no obtienes la respuesta deseada y si
él reacciona te quedarás con la idea de queno querÃa realmente sino que
cedió para evitar una pelea o herirte.
Empieza por averiguar
de manera cariñosa y cómplice si tiene algún problema ajeno a la relación,
pregunta por su trabajo, por su salud, trata de establecer una intimidad pero en
el plano emocional. Puedes averiguar si tiene preocupaciones de las que no te
habÃas enterado, si está deprimido, si duda de ti, en fin indaga y construye
un canal de comunicación con él.
Cuando te hayas
asegurado que no está pasando por un mal momento o que incluso no desea que tú
lo sepas, debes respetarlo pues es totalmente comprensible que haya algunas
cosas que quiera dejarse para él solo, lo que no indica que no te quiera.
¿Entonces te quedas
de brazos cruzados? Claro que no, pero ahora tu ofensiva debe ser juguetona,
misteriosa, enigmática e interesante. Empieza por cambiar tu actitud, acércate
a él sin ánimo sexual, sé cariñosa, trata de estar muy cerca de su cuerpo,
tócalo mucho, bésalo, abrázalo cada vez que puedas.
Luego, por ejemplo
puedes dejarle notas en lugares Ãntimos, en su maletÃn, en el espejo del
baño, o puedes enviarle un correo electrónico o dejarle un mensaje en su
teléfono celular. El contenido de los mensajes debe ser una alución graciosa,
divertida y fresca, o incluso picante.
Recuérdale aquella
vez en que estaban en el carro de tu amiga y él te besó, y siguieron
avanzando, o háblale de qe te encanta como su respiración hace cosquillas en
tu cuello, o recuérdale cualquier anécdota simpatica que hayan vivido juntos,
háblale de esas bromas Ãntimas con las que jugaban anteriormente, tú
elige.
La idea es provocar
su risa, una evocación de un momento agradable, que se relaje y abandone lo que
le preocupa para buscar traviesamente tu cuerpo, para que él recupere la alta
temperatura y esté dispuesto a un incendio pasional.
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