SALUD:
Medicina Natural
La Verbena
Verbena officinalis
La verbena también
es conocida como hierba santa, curalotodo o verbena y hace honor a su nombre
pues tiene muchas propiedades curativas.
Ya desde la
antigüedad, se le otorgaban poderes mágicos o medicinales e incluso tenÃa
varios usos rituales.
Es muy común y se
puede hallar a la orilla de los caminos o en cualquier terreno sin cultivar. En su composición
encontramos la potente verbenalina entre otros elementos que sirve
particularmente para favorecer el parto ya que estimula las contracciones
uterinas. Para provocar este efecto, debe tomarse en infusión en dosis
separadas. También puede tomarse media cucharadita, cuatro o cinco veces al
dÃa del polvo extraÃdo de la planta seca, mezclado con miel o mermelada, o
incluso con galletas.
La verbena ayuda en
general a la limpieza de la sangre, a la digestión e incluso es algo sedante.
Para trastornos de hÃgado, riñones, o bazo se recomienda su ingestión en
forma de cocimiento, en una dosis de tres tazas al dÃa. Este remedio se prepara
hirviendo durante media hora, 100 gramos de hojas, flores y raÃces de la planta
en un litro de agua. Por supuesto, es necesario colarlo o filtrarlo antes de
ingerir. Es muy popular para combatir las jaquecas.
Por otro lado,
es posible utilizarse para aliviar la inflamación de la garganta en forma
de gargarismos realizados varias veces al dÃa.
Su uso externo, en
forma de cataplasma, es recomendado para disminuir el dolor en zonas donde se
haya sufrido dislocaciones o golpes o en zonas donde se manifiesten sÃntomas de
reumatismo (se frÃe un puñado de hojas secas troceadas). El cataplasma se
prepara cociendo un puñado de hojas y flores frescas en un poco de vinagre. Una
vez evaporado, se dispone sobre una tela, que se aplica caliente sobre la zona
afectada.
Como puedes ver, la
verbena es realmente versátil en sus usos medicinales por lo que te
recomendamos tenerla siempre a mano.
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