PsicologÃa
Acercamiento a la
Depresión Infantil
(II Parte)
Expresa baja autoestima despreciando a otros o a él mismo.
Elige finales tristes para sus juegos.
Se comporta agresivamente.
Se lastima, lastima a otros
o lastima a animalitos.
Se queja constantemente de dolores de cabeza.
Come mucho o muy poco.
Tiene problemas para dormir o desea dormir con los padres.
Tiene actitudes como si “regresara†a un etapa anterior de su desarrolo, como chuparse el dedo u orinarse en la cama.
Habla de muerte, de suicidio.
Deterioro en los estudios y ausencias frecuentes de la escuela.
A través de los estudios y la experiencia nos hemos dado cuenta que con cierta frecuencia se portan mal en la casa y en la escuela sin que nadie se dé cuenta de que están sufriendo de depresión porque eventualmente no parecen estar tristes. Por esto es muy importante prestar atención a las caracterÃsticas diagnósticas anteriormente nombradas, porque si un niño está sufriendo de depresión no necesariamente va a llorar, entonces para los padres y los maestros se trata simplemente de mala conducta, de berrinches o de una actitud caprichosa. Todo ello sin olvidar que el llanto, que es fundamentalmente petición de ayuda, es esencialmente humano. Lo que sucede es que muchas de las veces los niños sufren de depresión de una manera silenciosa.
Es importante recordar que algunas de las causas más frecuentes para una depresión en los niños son:
Abuso sexual.
Violencia fÃsica, psicológica (gritos, desprecios
verbales, etc.).
Divorcio de los padres.
Pérdidas significativas como la muerte de algún ser amado o la pérdida de un juguete importante.
Cambio de casa o de escuela.
Enfermedades fÃsicas.
Situaciones estresoras como violencia intrafamiliar.
¿Qué podemos hacer?
Mantener las expresiones de afecto.
Facilitar posibles compensaciones en casos de pérdidas significativas (posibilidad de que el niño disponga de otros objetos de afecto)
proporcionar distracciones (con frecuencia adecuadas).
Resulta relevante disponer de momentos por medio de los cuales el niño o el adolescente tenga la oportunidad de expresar lo que siente, ya sea tristeza, enojo, culpa o frustración ante las diferentes situaciones, por ejemplo: se puede utilizar el dibujo libre, el juego o una conversación empática dirigida hacia la comprensión y no al regaño.
Visitar a algún especialista de la salud mental para una mejor valoración.
Es muy probable que no podamos eliminar la depresión en nuestro mundo, Sin embargo, mientras más estudiemos sus orÃgenes, vamos a poder ayudar y prevenir sus efectos destructivos en el funcionamiento humano de nuestros niños y adolescentes.
*Aclaramos
que al decir niño o adolescente, la niña y la adolescente se hayan incluidas.
Para más
información puede consultar a:
Verónica Azofeifa
Máster en PsicologÃa ClÃnica
Tels.: (506)241-7661/ (506)355-6474
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