CULTURA:
Mitos y Leyendas
El Mito de
Io (Iw)
Io era una doncella
de Argos que era sacerdotiza dela diosa Hera (esposa de Zeus) y además, amada
de Zeus.
Aparentemente su
linaje asciende al hijo del dios Océano llamado Ãnaco, aunque su paternidad no
está muy clara.
El amor de Zeus se
podÃa deber a muchas razones, pero la que más peso ha tenido es que Iinge,
quien era hija de Eco, le envió un sueño en el cual se le ordenaba a Io que se
entregara a Zeus en el lago de Lerna. Ella muy prudente le contó a su padre el
sueño antes de tomar una decisión.
El padre preocupado
consultó tanto el oráculo de Delfos como el de Dodona. Ambos le indicaron que
no habÃa forma de escapara al destino y que debÃa cumplirse el sueño de la
joven si n querÃan ser fulminados todos por el rayo.
Debido a esto, Io fue al
lago como se indicaba en el sueño, donde Zeus la amó y la tuvo entre sus
brazos. Pero como siempre ocurrÃa con los amorÃos del gran dios, de alguna
forma llegaban a oÃdos de su celosa esposa Hera. Ante
el peligro que la muchacha corrÃa, Zeus decidió protegerla y convirtió a Io
en una ternera de una total y completa blancura, y juró a Hera que no habÃa
amado a tal animal nunca. Hera para probarlo le pidió que entonces se lo
regalara.
Zeus no tuvo opción,
y de esa manera Io quedó consagrada a la terrible diosa, quien la puso al
cuidado de Argos, un monstruo de cien ojos que era pariente de Io. Entonces,
se inició el largo viaje de Io y por donde ella pasaba la tierra hacÃa brotar
plantas nuevas. Zeus la visitaba esporádicamente en forma de toro para poder
amarla, hasta que comprendiendo que el sufrimiento de Io era demasiado decidió
intervenir.
Le pidió a Hermes
que la liberara de su custodio Argos. Hermes fue y con su varita mágica durmió
cincuenta ojos de lo que Argos tenÃa, mientras los otros ya dormÃan
naturalmente, luego lo mato con su cimiarra.
Sin embargo, io no
quedó libre, porque Hera convencida de la traición de su marido, al darse
cuenta e que Aegos ya no la cuidaba, le envió un tábano para fastidiar a la
joven ternera. Io atormentada por el insecto que se pegó a sus costados se
volvió muy agresiva y empezó a correr desesperadamente. Mientras corrÃa le dio
forma a las costas del golfo que se llamó Golfo Jónico, cruzó el estrecho que
separaba a Asia de Europa, y dio origen al nombre de Bósforo que significa Paso
de la Vaca.
Con el tiempo, llegó
a Egipto donde fue bienvenida y donde tuvo al hijo de Zeus, llamado Épafo.
AhÃ, recuperó su forma humana y tuvo que salir de nuevo errante en busca de su
hijo, a quien los Curetes habÃan raptado por orden de Hera. Cuando
lo recuperó, regresó a Egipto donde fue reina. Cuando murió, Io fue
transformada en constelación por la gracia de Zeus.
Muchos han tratado de
darle una explicación histórica a este mito e indican que Io era hija del rey
Ãnaco y que la raptaban unos piratas fenicios, aunque cabe la posibilidad de que
ella fuera la amante del capitán que huyera a Egipto por su propia
libertad.
Otra teorÃa
planteaba la posibilidad de que unos piratas la hubieran robado y llevado a
Egipto, donde el rey la compró y envió de regalo en compensación, un hermoso
toro, animal nunca visto por los griegos.
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