EN
PAREJA: Sexualidad
ACTUALIZACIÓN
QUINCENAL (Segundo y Cuarto Miércoles)
Conductas Sexuales
Femeninas
II Parte
Por otro lado,
hay muchas mujeres que se han acostumbrado a fingir el orgasmo como si eso fuera
lo único que cuenta en la relación. Ellas creen que lo más importante es que
su hombre esté satisfecho y han privilegiado esto sobre su propia experiencia.
En este caso, la
relación sexual nunca será satisfactoria para la mujer, pues es difÃcil que
ella se ponga en contacto con sus propios deseos. Además, con la costumbre le
resulta más seguro fingir el orgasmo que realmente disfrutar de la experiencia
sexual.
La Diva -por su
parte- es el tipo de mujer que se siente en un pedestal y que cree que cualquier
expresión sexual carece de elegancia, por lo que ella juega el papel de la
dama, y asà pierde su identidad sexual, la cual difÃcilmente recuperará.
Esta mujer responde
al estereotipo machista que dice que una mujer decente no se presta para ciertas
actitudes, por lo que tarde o temprano su compañero buscará en otras mujeres
ese erotismo que su esposa le niega. Ante esto, ella se sentirá mal, pero dirá
que al fin al cabo las otras mujeres están para ser utilizadas y para darle
placer a su compañero, mientras ella es la única mujer que él respeta.
De la misma forma,
encontramos el tipo de mujer que ha renunciado a cualquier satisfacción sexual
para cumplir con su papel de madre; papel que lleva a la cama y a su relación.
Su compañero se convierte en un hijo más al que ella satisface en todo nivel
para suplir la imposibilidad de suplirlo sexualmente.
También, se puede
observar el tipo de mujer que es demasiado frágil para su pareja, él debe
cuidarla y protegerla, y él sentirá que si es demasiado efusivo en la cama
ella se quebrará. Esto ocurre porque la mujer se escuda en esta imagen de
fragilidad para que su compañero nunca la abandone, ya que él difÃcilmente
podrÃa soportar el sentimiento de culpa.
AsÃ, la mujer nunca
será sincera en su comportamiento sexual por temor a no resultar tan frágil
como su compañero cree que es, y entonces la deje. Al menos esa es la
percepción de la mujer.
Ahora bien, ya sea
que estas conductas se den tal y como las expusimos o mezcladas, muchas son
provocadas por problemáticas emocionales de la misma mujer, pero en otras
ocasiones, es el compañero el que las genera, debido a su educación sexual y
debido a lo que espera de su compañera.
Muchas veces, la
mujer se acostumbra a responder de cierta forma porque sabe que eso es lo que su
pareja quiere de ella, o incluso porque se lo imponen, pero también puede ser
por su propia educación.
En cualquiera que sea
el caso, la mujer debe reflexionar y entender que tanto derecho tiene ella a la
satisfacción sexual como su compañero, por lo que debe superar sus prejuicios,
dialogar con su compañero, generar un ambiente de intimidad o incluso ir a
terapia, para que asà su conducta sea la más satisfactoria para ella y para
él.
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