EN
PAREJA: ArtÃculo
ACTUALIZACIÓN
MENSUAL (Primer Miércoles)
La
Edad y el Amor
En los últimos
tiempos, la diferencia de edad ha dejado de ser un impedimento para el romance,
y cada vez más vemos parejas que no coinciden cronológicamente, pero sÃ
emocionalmente.
Este fenómeno se
inició en los ya lejanos años 70, después de la llamada Revolución Sexual, y
después de que el adulto joven decidiera romper con tabúes y prejuicios y
poner sus propias reglas para vivir un poco más tranquilo. La consigna era la
libertad.
AsÃ, se empezó a
romper la frontera generacional en relaciones amorosas, que indicaba que no
podÃa haber ningún interés romántico si habÃa una diferencia mayor a 8
años, especialmente si la mujer era la mayor.
Esto ya no se cumple,
y aunque el tabú no ha dejado de ejercer presión en una sociedad que busca
cada vez más sus propios designios y no se deja manipular por "cómo deben
ser las cosas", las parejas dispares en este sentido son cada vez más
comunes y por lo tanto menos cuestionadas.
Pero qué hay detrás
de una relación de este tipo. Muchos expertos aseguran que la compenetración
se facilita debido a que se ofrecen elementos que el otro adolece, por un lado la
experiencia, y por otro la juventud. De esta forma, lo que ocurre es una especie
de complementariedad que fortalece la relación, pues las partes siempre
enfrentarán una visión de mundo diferente, y la monotonÃa no será un
problema.
Por otro lado,
cuándo una pareja se encuentra en esta circunstancia, es innegable que hay una
relación de poder ejercida por el mayor (claro está). A este tipo de relación
se le conoce como edÃpica o de Electra. La edÃpica o de Edipo se refiere a la
relación con la madre, asà serÃa una relación de un hombre joven con una
mujer madura, y la de Electra serÃa al contrario.
En este caso, podrÃa
generarse -según los psicólogos- una confusión entre el amor con un
sentimiento de dependencia o de protección, lo cuál a veces tiene un aire
prohibido, esto debido a que hay inconscientemente una sensación de estar con
la madre o con el padre o sea que se estarÃa traspasando la Gran Prohibición
Cultural: el Incesto.
Esta sensación de
estar transgrediendo un lÃmite, muchas veces le da ese grano de pasión a la
relación que la hace retroalimentarse y crecer cada vez más, pero también
puede volverse peligroso y no ser una relación sana, pues la autoestima y la
independencia de una persona pueden verse afectadas por esto.
Sin embargo,
independientemente de las teorÃas, en la práctica cada vez se ven más parejas
que rompen con la frontera generacional, y asà como muchas fracasan (por no
tener la valentÃa para enfrentar su sociedad represora o incluso por no
encontrar en la otra persona elementos para compartir por estar experimentando
momentos diferentes de madurez), muchas otras veces se estabilizan y se notan
verdaderamente felices.
Tal vez esto nos
indique que ya es momento de superar totalmente el tabú, y de saber que para el
amor no valen las etiquetas que acostumbramos imponer socialmente, ni tampoco
valen los tabúes o los lÃmites, pues cuando hay amor, respeto y comunicación
la relación funciona independientemente de la edad, del sexo, de la etnia o
nacionalidad, o de la religión. Para un profundo sentimiento simplemente no hay
fronteras ni prohibiciones.
Más
artÃculos
|