ESPECIAL DÃA
DE LA MUJER
8 DE MARZO
Siempre un Cutis Joven
Lucir joven y bella
siempre suena como un milagro, sin embargo hay una forma de hacerlo realidad.
Sólo debes conocer tu tipo de cutis y seguir la rutina de belleza indicada.
Todas las pieles son
diferentes y por eso presentan distintos problemas y requieren un tratamiento
particular. El hábito de la limpieza de la cara y los cuidados de la piel son
un hábito que debe enseñarse cuando la niña es pequeña, para que asà se
aprenda a disfrutar de los tratamientos de belleza.
Por ejemplo, como
madres debemos hacer de la hora del baño de nuestras hijas -y en estos últimos
tiempos también hay que incluir a los varoncitos- un momento alegre de placer,
de juegos. Y luego al aplicarle la cremita es importante explicarle que la piel
se le siente suave y que huele muy bien. Cuando estén más grandes hay que
invitarlos a participar en nuestra rutina de belleza y luego ir poco a poco
enseñándoles cómo vestir, el buen gusto.
Cuando se es
adolescente es fundamental, seguir una rigurosa limpieza diaria del cutis, pues
con los cambios hormonales los niveles de grasa varÃan y producen acné, manchas
y resequedad. Por eso es importante que la niña haya aprendido desde pequeña
la importancia de la rutina de belleza, porque asà a pesar de su rebeldÃa
será capaz de cuidarse lo necesario.
Si tu piel es joven y
te encuentras en la adolescencia o tus hijas están pasando por esta etapa,
debes saber que el ideal de tratamiento es un limpiador lÃquido natural, un
cepillito de cerdas suaves, un humectante ligero que proteja del sol.
En esto es importante
enfatizar que el exceso de sol daña la piel para siempre, provoca arrugas y
resequedad en el mejor de los casos, y -en casos graves- enfermedades como
cáncer y demás afecciones de la piel. Por eso, el cuidado de la piel bajo el
sol debe ser aprendido desde la niñez.
Más tarde, alrededor
de los veinte la rutina no varÃa mucho, y hay que tener claro que ya la piel se
ha estabilizado y a menos que hayan factores como mucho estrés o mala
alimentación, o incluso alguna enfermedad, las caracterÃsticas de la piel ya
son las que se mantendrán a través de los años, hasta la menopausia cuando
vuelven a variar debido al cambio hormonal.
En este momento,
nunca se debe dejar el maquillaje en el rostro para dormir. Además, hay que
usar una crema limpiadora todas las noches y aplicarla
con un cepillito de cardas
suaves, y ponerse un tonificante ligero para eliminar las impurezas que hayan
quedado.
Por otro lado, es
importante que una vez a la semana se aplique un exfoliante para eliminar las
células muertas que se quedan en la superficie de la piel y la ponen
amarillenta. Por último un humectante ligero debe aplicarse todos los dÃas
antes el maquillaje y luego, después de la limpieza nocturna.
Después de los
treinta ya hay que iniciar una rutina más seria para retrasar la aparición de
las arrugas. Primero hay que exponerse al sol sólo por pequeños lapsos, y poner
especial cuidado en la piel alrededor de los ojos y en torno a los labios.
La base de la rutina
es siempre la limpieza, un tónico y un humectante, con la diferencia de que
éste último debe ser más emoliente. A partir de los treinta y cinco años se
hace fundamental una crema especial para los ojos.
Después de los
cuarenta, hay que reevaluar nuestra piel y conocer los cambios que ha sufrido,
para elegir los productos indicados. En este momento, la crema nutritiva se hace
necesaria asà como aplicar tres veces por semana ampolletas de colágeno puro.
La crema para el cuello es igual de esencial que la de los ojos.
Por último, debemos
mencionar que el exceso de sol, la mala alimentación, el exceso de alcohol, el
cigarrillo, la mala circulación, son factores peligrosos para nuestra piel por
lo que hay que evitarlos al máximo. Por el contrario, como amigos de la piel
podemos mencionar el agua, el aceite vegetal (a menos que la piel sea grasosa),
una buena digestión, y sobre todo una actitud positiva y vital, con alta
autoestima.
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