SALUD:
ArtÃculo
La HipocondrÃa
(II Parte)
Muchas veces esta
enfermedad es producto de un fuerte sentimiento de culpa, que lleva a la persona
a autocastigarse inconscientemente con dolores o sÃntomas de graves
enfermedades. También se sabe que puede provenir de la actitud de los padres
hacia la enfermedad, cuando el enfermo era niño.
Si los padres lo
sobreprotegen y le enseñan a pensar que se puede envenenar con cualquier cosa,
que sólo la comida hecha por mamá es sana, que el viento le puede hacer daño,
el niño aprenderá a tener una relación enfermiza con el mundo, y a pensar que
todo le hace daño, e incluso se le convierte en una cuestión de moral.
Posteriormente, el niño
encontrará que cuando se enferma sus papás le ponen mucha atención y creerá
que esa es la única manera de establecer una relación afectiva, por eso
seguirá enfermo todo el resto de su vida. También es posible que los padres
experimenten temor cuando su hijo no está enfermo, pensando que debe tener algo
pero que no dice nada. Por el contrario, si manifiesta algún dolor será totalmente normal, y de esta forma hay una costumbre a la enfermedad y una
necesidad de ésta para que todos se sientan seguros.
Independientemente
de su origen, sus sÃntomas o de si el enfermo participa a todos de sus
enfermedades o las oculta, el problema es que su actitud desorienta totalmente a
los médicos y a sus familiares o amigos, y por lo general se encuentra con
burlas e incomprensión, cuando lo que se requiere es que no le den los
medicamentos, y que lo convenzan de ir donde un psicólogo, analista o
psiquiatra, quien sabrá investigar las causas y darle el tratamiento apropiado
a tal enfermedad.
Esa es la única manera de
ayudar a un hipocondrÃaco, que como todo enfermo requiere urgente ayuda, y que
debido a que su mal es emocional, con las burlas o con los regaños sólo se
logra que empeore y que se sienta solo y más mal.
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