MATERNIDAD
La Independencia del
Niño
Conforme el niño
vaya creciendo, irá tratando de independizarse cada vez más de su madre hasta
llegar a ser una persona totalmente autónoma.
A lo largo de este
proceso, los padres tenemos la obligación de ayudar a nuestro hijo a que lo
haga, y no sentirnos mal queridos, ni pensar que nuestro hijo no es agradecido. Además es importante que con nuestro apoyo, seamos capaces de darle
la suficiente seguridad y autoestima al niño, para que al crecer sea
equilibrado y sepa tomar las mejores decisiones por sà mismo.
Los primeros pasos de
esta búsqueda de libertad se manifestarán por ejemplo, cuando tu hijo quiera
escoger su ropa para una ocasión especial, o incluso decidir cuál deporte va a
practicar en la escuela. A esta etapa se le conoce como rompimiento del cordón
umbilical.
En el momento en que
esto empieza a suceder lo ideal es buscar un término medio, al menos mientras
el niño adquiere mayor madurez. La sobreprotección es perjudicial desde todo
punto de vista, pues genera dependencias insanas y conflictos.
Los conflictos
sobrevienen cuando el niño siente que se meten demasiado en su vida y que ese
deseo de independencia que él tiene no es respetado. AsÃ, buscará obtenerla
con rebeldÃa y se sentirá abusado emocionalmente.
Además, cuando el
niño que ha sido sobreprotegido crece y llega a ser adulto, es muy probable que
sea muy inseguro, que no pueda tomar decisiones por sà mismo, y que la
dependencia que tenÃa con sus padres la transfiera a otra persona como su pareja.
Ahora, los excesos no
son buenos y la libertad extrema tampoco ayudará a nuestro hijo. En este caso,
lo que se provoca es una persona insatisfecha con las reglas que le impone la
sociedad, incapaz de seguir órdenes y mantener un trabajo estable.
Asà las cosas, lo
mejor es lograr un desprendimiento gradual, con lÃmites y disciplina, pero con
respeto a la individualidad del niño, pues hay que tener en cuenta que aunque
hayan salido de nuestro vientre, y se parezcan a su papá, o tenga nuestros ojos
es una persona totalmente diferente con sus propias necesidades y perspectivas.
Para lograr mantener
el equilibrio, y permitirle a la vez a tu hijo ir adquiriendo su independencia,
puedes empezar, en los años preescolares, alentándolo a vestirse solo y a que
escoja su propia ropa. También a ponerse los zapatos y saber amarrarlos.
Conforme los años
pasen, puedes permitirle que escoja su almuerzo o su merienda, guardando
criterios de nutrición, para lo cual le puedes dar varias opciones. También
puedes dejarlo que elija sus amistades, sus horas de estudio, y cosas por el
estilo.
La táctica es
involucrarlo en todo aquello que tenga que ver con su desarrollo, incluirlo en
las discusiones de familia, elegir formas de pasar las vacaciones juntos, o el
lugar dónde vayan a ir, y dejarlo que escoja la pelÃcula que van a alquilar de
vez en cuando, de esta manera, poco a poco irá construyendo su propia
personalidad.
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