Ayer Murió una Paloma
Iris M. Zabala, Puerto Rico
Ayer murió una
paloma.
Di pronto el secreto de su gran existencia
de inmensos techos y abierto espacio,
para que comprendan su cuerpo
mustio, roto
vacÃo de amor y trinos.
Miraron sus ojos redondos
preguntando la verdad de sus plumas
(no conocen la piel húmeda
ni el trino fácil).
Muerta, vencida por el metal y el cemento
ardiendo,
cocida en el calor de un subterráneo ciego
yacÃa una paloma,
di, tú que lo conoces
su secreto.
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