MATERNIDAD
El Carácter del Niño
La mayorÃa de los niños
pasa por una época en que decide probar los lÃmites que se le han impuesto y
empieza a comportarse retador.
Cuando esto sucede, el
niño intentará cualquier método desde la manipulación emocional, lágrimas
que conmuevan al más indiferente hasta mostrar verdadera agresividad, y tener
ataques de ira o pataletas en las que grita, patea, se tira al suelo, etc.
Para los padres es
importante aprender a manejar estas situaciones de tal manera que no las estén
provocando sin darse cuenta.
Uno de los momentos en que
la mayorÃa de las mamás perdemos la paciencia es cuando nuestros hijos deciden
comportarse asà en medio centro comercial y delante de un montón de gente. Los
sentimientos de vergüenza, de frustración, de impotencia surgen junto a la
sensación de que el incidente sólo demuestra nuestra incapacidad para ser
madres y controlar la situación.
Lo primero que se debe
hacer en estos casos es precisamente olvidarse de esas sensaciones puesto que no
ayudan a resolver nada y además son sentimientos infundados ya que la actitud
del niño es relativamente normal en un momento dado. Después es importante
estar consciente de que si no se toman las medidas necesarias, el infante
empeorará y hará de estas escenas un hábito.
El mensaje que el niño
debe recibir es que no está llegando a ningún lado actuando de esa forma,
porque como él está probando los lÃmites irá hasta donde se le permita. De
esta forma, es importante que la madre mantenga la calma y no pierda la
paciencia, pues sino se estarÃa poniendo al mismo nivel que el niño y
perderÃa autoridad ante su hijo.
Luego, se le debe explicar
al niño serenamente (una vez que él se haya calmado) que lo que hizo no es
correcto porque no transmite ningún mensaje, y es imposible entender lo que
quiera. Debe quedarle muy claro que no se hizo entender con su actitud violenta.
Seguidamente, hay que
indicarle suavemente que su reprobable actitud tendrá consecuencias que pueden
ser pequeños castigos. Por ejemplo, se le dice que cuando lleguen a casa,
estará diez minutos castigado solo en su cuarto para que reflexione sobre su
comportamiento. Toda la explicación debe ser clara y apta para la edad del
niño, esto debido a que es fundamental que él entienda lo que está
sucediendo. Otro castigo puede ser
mandarlo a la cama cinco minutos antes.
Si tu hijo persiste con
esta conducta, se deberá aumentar tiempo en el castigo. Recuerda que es
fundamental explicarle la razón del castigo y nunca sedas, porque sino él
creerá que ganó la batalla, que tiene el control y se volverá muy
indisciplinado.
Por último, es importante
que cuando el niño deje de tener esas reacciones, se lo hagas saber.
FelicÃtalo y dile lo orgullosa que estás de él debido a su capacidad de
controlarse, dile que ya está creciendo, asà se sentirá muy contento y
terminará por completo con su violencia. Tu hijo habrá descubierto por fin
donde están los lÃmites y sabrá que la que los pone eres tú.
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