BELLEZA:
ArtÃculo
Sol y Belleza
El sol se ha vuelto
más dañino de lo que ya era por la pérdida de la capa de ozono.
Asà si antes se
pensaba que el sol causaba la resequedad de la piel, las arrugas e incluso el
cáncer de piel, hoy no hay duda y se hace imperante saber cómo lidiar con él
cuando nos vamos a broncear.
Cuando se toma sol
deliberadamente, sólo logramos el deterioro de la piel y que los tejidos
responsables de su suavidad se destruyan. Los primeros sÃntomas son la
resequedad y la dilatación de los vasos capilares, el enrojecimiento y las
quemaduras. Con los dÃas la piel se cae, es decir nos despellejamos, pero con
los años vienen las arrugas y el envejecimiento prematuro, e incluso sobreviene
la posibilidad del cáncer de piel.
Para lucir ese bello
bronceado que resulta tan atractivo no es necesario exponerse mucho tiempo al
sol, ya que la piel sólo requiere de un 8% a un 15% de rayos ultravioleta (UV)
para lograr ese color. El resto sólo nos hace daño.
El sol llega
diferente en las distintas partes del mundo, y asà hay que tomar esto en cuenta
para saber cómo protegernos. En los paÃses cercanos al Ecuador, el riesgo que
se corre es mayor ya que el sol está en una posición más vertical. Además,
en las áreas donde hay nieve o montañosas también hay peligro aunque no
parezca, pues a más altura mayor cercanÃa con el sol, y hay más brillo en
tanto el sol se refleja en la nieve que es blanca con mayor fuerza que en la
playa.
Por otro lado, otro
factor importante es la hora. Aunque por mucho tiempo se nos dijo que habÃa que
evitar el sol de entre las 11 de la mañana y las tres de la tarde, porque
habÃa más perpendicularidad y por lo tanto la luz llega más directa, hoy se
sabe que durante todo el dÃa hay rayos UV, los cuales son los más dañinos.
Lo más recomendable
es tomar sol entre las 7 y las 10 de la mañana y después de las 4 de la tarde,
pero siempre bien protegido. Adicionalmente, es mejor tomar el sol en movimiento
caminando o corriendo, beber agua a menudo y no exponerse por más de 15 minutos
seguidos.
Ahora bien, lo ideal
es usar siempre algún bloqueador de un factor de 15 como mÃnimo, para que haya
una verdadera protección. Cuando te vayas a exponer al sol, aplÃcate el
bloqueador en todo el cuerpo. Hazlo desnuda antes de ponerte el traje de baño,
pues los rayos UV pueden penetrar la tela del vestido, e incluso de una
sombrilla. Asimismo, es importante que te lo apliques con la piel bien limpia y
seca, y mientras estás a la sombra, para que no empieces a sudar antes de
tiempo.
Las zonas que más
debes proteger son las que están más expuestas y las cuales son más
susceptibles de quemarse como la frente, los párpados, la nariz, los labios, la
espalda y los muslos. Si usas un traje de dos piezas el abdomen también es una
zona de cuidado.
Cuando se usa
bloqueador no hay que sentirse invulnerable, pues aunque estos protegen no duran
para siempre y conforme pasa el tiempo se absorben, por lo que no te excedas en
el tiempo aún cuando estés totalmente cubierta.
Si sigues estos
consejos, tu bronceado será muy sensual, y no habrá dañado tu piel que es lo
más importante, pues asà te mantendrás bella por más tiempo.
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