EN
PAREJA: Sexualidad
Los Mitos y Verdades
de la Masturbación
II Parte
Por otra parte,
antiguamente, la masturbación tenÃa un valor muy
positivo, y esto se muestra
en la mitologÃa. Asà encontramos en la gran civilización de los egipcios la
creencia de que el universo habÃa sido creado por su
dios Rha a partir de los
rÃos de semen que salieron de su pene cuando se
masturbaba. También habÃa
culturas donde el semen era otorgado a los dioses como
ofrenda, después de
masturbarse.
Desgraciadamente, en la
Edad Media cuando el Imperio Romano adoptó el judeocristianismo no sólo como
religión, sino como norma ética, estableció también la
negación de la
sexualidad como una manera de alcanzar la pureza y estar más cerca de
Dios. Por
esto se obviaron las partes de gran contenido erótico de la Biblia, como el
Cantar de los Cantares, asà como todo el imaginario
(de origen griego, romano,
hindú) que permitÃa actitudes sensuales, al menos en los
hombres -recordemos
que la sexualidad femenina siempre ha sido un
tabú en las sociedades
occidentales-.
Junto con esta
transformación de pensamiento y de
cosmovisión, el mundo empezó a gestar
todos los tabúes sexuales que hoy todavÃa imperan en nuestro
inconsciente,
entre ellos la creencia de que la masturbación
es
negativa y pecado. De ahÃ
que incluso se inventaran aparatos de tortura para aquellos que se
masturbaban.
En el siglo
XX, se dio el
fenómeno conocido como la liberación sexual y los
prejuicios han ido
desapareciendo poco a poco. Debido a esto, se ha redescubierto la sanidad de las
prácticas sexuales, entre ellas la masturbación, la cual
a veces hasta la recomiendan
los sexólogos para lidiar con problemas
de sexo.
Otra creencia
muy difundida es
que esta práctica es sólo para los jóvenes que están en la
pubertad, lo cual no tiene nada de
verdad. Todos los seres humanos en diversas
etapas sentimos la necesidad de masturbarnos, independiente de la
edad o
género. Además se dice que el que se masturba
se envicia, y esto tampoco es
cierto. La masturbación es tan controlable
como la unión sexual de dos
personas, y no es un vicio, aunque asà lo hayamos escuchado,
y no deberÃa
ser moralmente reprochable ya que no causa daño
alguno, ni adicción, ni indica enfermedad.
Masturbarse es no sólo
una gran ayuda para salir de ciertas afecciones sexuales
sino que además
influye en la autoestima, en la imagen que tenemos de
nosotros mismos, e
incluso en la relación de pareja, pues mediante la masturbación
descubrimos
zonas erógenas de nuestro cuerpo, por lo que sabemos con mayor claridad lo que
nos gusta y podemos transmitÃrselo a nuestro compañero.
La mujer tiene muchas
posibilidades de masturbación, desde la manual hasta la que se hace con juguetes diseñados
para eso y aquà la imaginación juega un papel muy importante. Pero tampoco
estás obligada a masturbarte, lo más importante es como tú te sientas, por
eso tú eres la que decides.
Lo perjudicial
o
benefactor de un comportamiento sexual depende únicamente de los efectos que
tenga en aquél que lo realiza, siempre y cuando no implique un perjuicio
para
otros. En el tema del sexo hay tantas opiniones y gustos como cabezas, y
nosotros no somos los llamados a juzgarlos. No se puede pretender que todos nos
comportemos igual en la sexualidad.
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