EN PAREJA:
Kama Sutra
Formas de Seducción
(II Parte)
Por otra
parte, si la esposa conoce a su marido anteriormente y lo
desea con candente pasión
(recordemos que muchas veces los hindúes se casan sin conocerse
y por acuerdo de sus familias), puede colocar la
hoja de betel o una guirnalda de flores cerca
de él, o dentro de su cálido escote.
AsÃ, el marido estará compelido a acariciar con suavidad los
jovenes senos de su compañera.
Si ella se niega, él dirá que si ella consiente en besarlo,
él desistirá de tal caricia.
Cuando se besen, él recorrerá todo su cuerpo con las manos
y la obligará a abrazarlo. Luego, aumentará el ardor de sus
caricias, y si la joven
se niega pues tendrá que amenazarla con
marcas en el cuerpo, pero a la vez tranquilizarla
tiernamente como hacen los padres con sus hijos.
En la segunda y tercera noches, las caricias podrán avanzar
y hacerse en el suave montÃculo
que une las piernas de la joven. Si ella se niega,
debe convencerla hasta que ella se rinda y entonces
acariciará las partes
más secretas y sensibles de su cuerpo, al mismo
tiempo que le desnuda los muslos,
los acaricia y descubre
el oscuro ángulo que
ocultan. Estas caricias
deberán ser totalmente sutiles y sin empezar propiamente la
unión.
Después el hombre confesará cuánto
ama a su mujer, enseñarle las
sesenta y cuatro artes (ver
artÃculo)
y conducirla con serias promesas de amor y fidelidad al
acto sublime de la unión sexual.
Cuando un hombre cumple con estos procedimientos y
respeta los deseos e inclinaciones de una doncella
conseguirá que ésta lo ame, lo respete y confÃe en él. En
esto el hombre debe
ser muy cuidadoso, pues sino la
mujer podrá repudiarlo, odiarlo, e incluso caer
en la infidelidad en busca de consuelo.
Es por eso que el hombre
debe saber hacerse amar por la mujer,
proteger su honor y
ganar su confianza, para que ella lo ame y respete para siempre.
Más
Kama Sutra
|