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BELLEZA: Artículo

Decoloración del Vello

   Si por diversas razones se quiere evitar la depilación, puede optarse por la decoloración del vello para disimularlo. Esta práctica es bastante antigua, pero en los últimos tiempos se ha retomado como alternativa segura a la depilación.

   Hoy en día hay en el mercado muchas opciones de productos que sirven para la decoloración del vello, especialmente para zonas delicadas, pues anteriormente se utilizaba el mismo que decoloraba el cabello.

   Las zonas que se aconseja decolorar en lugar de depilar, debido a su sensibilidad, son el rostro, los antebrazos y las piernas. Este proceso es más efectivo si el vello es delgado y no abundante.

   Aún cuando este método es más seguro que la decoloración, también hay varias precauciones que se deben seguir para evitar desagradables y molestas consecuencias.

   Primero que nada no se debe decolorar ninguna zona que esté irritada o presente lesiones cutáneas. También es recomendable evitar el contacto con los ojos. Si éste ocurre, trata de limpiar con abundante agua y sin restregar. Si es necesario, mejor acude al especialista.

   Por otra parte, el área recién decolorada no se debe exponer al sol o a la luz natural sin un protector solar con filtro factor 8 o mayor.

   Para seguir este procedimiento se necesita el producto decolorante, el cual se consigue en las farmacias, perfumerías o establecimientos comerciales de belleza. Su presentación generalmente es en dos botellitas que corresponden a dos fases. La primera tiene agua oxigenada y la otra el polvo decolorado. Las dos fases normalmente se mezclan.

   Además se requiere contar con una espátula de plástico o madera y un pequeño recipiente.

   El proceso a seguir es muy sencillo. Primero, debes limpiar profundamente la parte que será decolorada con una esponja, agua y jabón. Luego, mezcla las dos fases del producto según se indica en sus instrucciones. Con la espátula, extiende la mezcla abundantemente sobre la piel y espera el tiempo necesario que señale el instructivo. Contra la luz, revisa la intensidad de la decoloración, y en el momento que alcance el nivel deseado, retira con ayuda de la espátula y luego con agua. Por último, no olvides hidratar y humectar tu piel con una crema y un ligero masaje, para que no se reseque.



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