SALUD:
En Forma
La Postura Cabeza
Abajo
(Shirshasana)
Esta postura también es
conocida como la Reina de las Asanas, debido a que es una de las que tiene
mayores beneficios, tanto fÃsicos como mentales.
Dentro de los beneficios
fÃsicos podemos mencionar que hace descansar al corazón, pues ayuda a que la
sangre llegue a este órgano, fortalece el sistema respiratorio y el circulatorio,
reduce las venas varicosas, y ayuda a distribuir mejor los nutrientes por todo
el organismo.
Como beneficios mentales
se encuentran el mejoramiento de la memoria, la concentración y la capacidad
intelectual, asà como de todas las facultades sensoriales.
De igual manera, tiene
ventajas pránicas tales como la sublimación de la potencia sexual, pues
transmuta la energÃa seminal en Ojas Shakti, y además se cree que a través de
esta asana se conquista al tiempo.
La posición inicial es la
postura fetal: se acuclilla y se sienta sobre los talones, con la frente apoyada
en el suelo. Las manos se colocan a ambos lados de los pies, con las palmas
vueltas hacia arriba, si resulta imposible de realizar, se pueden colocar los
puños, uno sobre otro, y sobre ellos apoyar la frente. En esta postura, se
relaja todo el cuerpo y se reposa totalmente.
Luego, se incorpora el torso, sin separarlo de los talones, y apoye los codos sobre el suelo, sujetando
cada uno con la mano opuesta. Ambos codos deben mantener la misma distancia
entre sÃ. Sin mover los codos, deje de sujetarlos y junto las manos adelante,
de manera que se forme un triángulo. Los dedos quedan entrelazados y los codos
están debajo de los hombros.
Seguidamente, sin mover
los brazos, se apoya la parte superior de la cabeza contra el suelo, y se sujeta
la parte posterior de la cabeza con las manos. Sin cambiar la posición de la
cabeza y las manos, se elevan las caderas y se estiran las rodillas, para
adoptar la postura de la V invertida. Los codos se empujan contra el suelo, para
crear el soporte necesario. Después, se acercan los pies a la cara, mientras la
espalda se estira totalmente y las caderas se ubican directamente sobre la
cabeza.
Mientras se doblan
lentamente las rodillas, se levantan los pies del suelo, acercándolos lo más
posible a las nalgas. Esta posición se mantiene durante 30 segundos. Ahora se
levantan las rodillas con toda lentitud. Durante todo este tiempo, se debe
mantener una respiración constante y suave.
Por último, se van
estirando las rodillas poco a poco, elevando los pies hacia el techo. Al
principio, esta postura debe mantenerse al menos 30 segundos, hasta alcanzar los tres minutos. El peso debe mantenerse sobre los codos. Las rodillas
deben estar totalmente estiradas, para que el cuerpo, de la cabeza a los pies
forme una lÃnea recta. Los músculos abdominales deben contraerse, para
mantener el equilibrio, y que la espalda no se arquee, ni las caderas se
inclinen hacia atrás. La respiración continúa siendo suave y constante y la
caja torácica se mantiene contraÃda. El peso no debe apoyarse sobre la cabeza
o el cuello, sino que enteramente sobre los codos.
Para abandonar la postura,
se doblan primero las rodillas y luego las caderas. Los pies se llevan al suelo
y las caderas se dejan caer sobre los talones. En esta posición fetal, se debe
relajar al menos durante 1 minuto, y después se procede a adoptar la postura
del Cadáver (ver
artÃculo).
En la postura Cabeza
Abajo, hay errores que son muy comunes, por lo que hay que prestar especial
atención. Esos errores se dan cuando las piernas caen hacia atrás, separadas y
flexionadas, la espalda se arquea, los hombros se inclinan hacia adentro, y los
codos están demasiado separados.
Por otro lado, esta
postura está contraindicada para aquellas personas que padezcan de presión
arterial alta, glaucoma o enfermedades oculares similares, se encuentren
embarazadas o hayan sufrido algún desnucamiento o lesión en el cuello o
espalda. Para evitar contratiempos, es mejor consultar con un médico, antes de
iniciar un régimen de yoga.
Directorio de ejercicios
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