SALUD:
ArtÃculo
El Corazón y la Mujer
Por mucho tiempo se creyó
que los hombres padecÃan más que las mujeres de problemas al corazón; sin
embargo recientes investigaciones prueban lo contrario.
En Estados Unidos, por
ejemplo, la causa más común de la mortalidad femenina no es el cáncer de seno
sino más bien los ataques cardÃacos. La proporción es asombrosa: 1 de cada
dos mujeres muere debido a un ataque al corazón.
El error se debió a que simplemente en los
estudios de enfermedad cardiaca no se incluÃa a la mujer. El problema sobrevino
porque los sÃntomas de los infartos en las mujeres son muy distintos a los
masculinos, y entonces no se diagnosticaban correctamente.
Las muestras de que un
hombre está sufriendo un infarto son altamente reconocidas: fuerte y sorpresivo
dolor en el pecho, en el brazo izquierdo y dificultad para respirar.
Aunque en
la mujer también sucede de esta manera, hay otras evidencias que hacen que la
diagnosis se vuelva difÃcil. El
dolor puede extenderse a los hombros, el cuello, los brazos, el abdomen y la
espalda. También la mujer puede experimentar sensación de insatisfacción o de
molestia estomacal. A menudo, la paciente no siente ni la más mÃnima molestia
en el pecho, sino más bien ansiedad, náuseas, mareos, palpitaciones y
sudoración frÃa.
Si se está ante un ataque
cardÃaco, es el doctor y el personal del hospital el que se encargará de
solucionar el problema. Pero para más bien evitar el infarto y las molestias,
tú misma puedes hacer algo al respecto.
Una alimentación baja en
calorÃas y grasas es algo básico para evitar el ataque cardÃaco. Debes
reducir al máximo el colesterol y mantenerte en el peso que te corresponda.
Siempre ten en tu casa frutas y verduras e ingiérelas lo más que puedas.
Abandona totalmente el
tabaco. No es fácil, pero ahora existen parches, chicles y tratamientos que te
ayudan a dejar este vicio. También puede ser que fumes por ansiedad, entonces
una visita a un médico naturista para que te recomiende algún medicamento que te
la quite y consecuentemente, las ganas de fumar, serÃa una buena opción.
Haz ejercicio. Si por
alguna razón no puedes asistir al gimnasio, no te preocupes, no lo necesitas para ejercitarte. Sal a correr o a caminar todos los dÃas, esto no
sólo ayuda a tu salud fÃsica, sino que también a la salud mental, pues te
sirve para relajarte y desestresarte.
Visita a un especialista
si padeces de enfermedades que se relacionen con un infarto, como por ejemplo
hipertensión arterial, depresión o alguna otra.
Aunque la curación ante
ciertos padecimientos no la tengamos a nuestro alcance, la forma de evitarlos la
tienes en las manos. Piensa siempre en tu salud y en tu futuro y recuerda que
más vale prevenir, que curar.
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