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EN PAREJA: Afrodisíacos
ACTUALIZACIÓN SEMANAL (Jueves)

La Mirra

   Mirra, según la mitología griega era la hija de Tías, el rey de Siria. Su madre incurrió en la cólera de Afrodita al aseverar que su hija era más hermosa que la diosa.

   Afrodita en venganza impulsó a Mirra a desear un incesto con su padre. La joven quizo suicidarse, pero por consejo de su nodriza, engañó a su padre y se unió a él durante doce noches. La última noche el padre descubrió el engaño y quizo matar a su hija, en castigo.

   Ante esto, Afrodita se apiadó de ella y para salvarla de la ira de su padre, la convirtió en un árbol, el cual llevó su nombre. Sin embargo, la mirra por la tristeza lloró y sus lágrimas dieron origen a una resina con un perfume exquisito.

   A través de la historia, la mirra ha sido mencionada un sinnúmero de veces: Los antiguos egipcios la utilizaban para embalsamar y aromatizar los aposentos fúnebres, en la Biblia se cuenta como Dios le recomendó a Moises que llevara mirra en su viaje por el desierto y los Reyes Magos le llevaron a Cristo de regalo, mirra entre otros aceites y riquezas.

   Esta frecuencia con que se utilizara la mirra se debía a que se creía que al regalarla se le deseaba a la persona fortuna espiritual y mucho amor. Sin embargo, también se tienen referencias de su uso como afrodisíaco, pues los romanos lo utilizaban con este fin. Por ejemplo, el emperador Tiberio, quien era conocido por su vida liscenciosa y disipada, creía tanto en sus efectos que todos los días, se comía la resina, se la untaba, y aromatizaba con ella sus habitaciones para aumentar su pasión, y así hay muchas menciones de este aromático aceite.

   Para disfrutar de sus efectos afrodisíacos, se perfuma la habitación con su aroma, luego se frota la resina en el pecho del amante, mientras se hacen caricias sensuales mutuamente.

   Pero, además esta recina tiene propiedades tónicas, estimulantes y antiespasmódicas, por lo que incluso todavía en la acualidad se utiliza para bálsamos contra las afecciones de la boca. De igual manera, provoca la menstruación cunado se dan irregularidades, alivia padecimientos de la piel y fortalece los pulmones.

   Así que ten presente la mirra, pues tanto por sus propiedades curativas como por las afrodisíacas puede resultarte muy útil en cualquier circunstancia. Al fin y al cabo, un emperador romano no se iva a equivocar en menésteres tan delicados como su sexualidad, y podrás sumarle una deliciosa fragancia y más pasión a tus relaciones.



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