Tan
Sólo
Josefina Pla, Paraguay
Tan sólo una mirada,
una pupila sólo para todas las cosas.
Para la aurora y el ocaso,
para el amor y el odio,
para el amante y el verdugo,
la paloma y la vÃbora,
la estrella y la luciérnaga.
Solamente unas manos
para el cáliz y el látigo,
para la rosa y para cacto.
Solamente unas manos
para la arena y el rocÃo,
para mecer la cuna,
y acariciar la sien del esperado,
y abrir el último agujero.
Una boca tan sólo
para el beso y el grito
y para la oración y la blasfemia.
Para el suspiro y la mentira,
para el perdón
y la condena.
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