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 CULTURA:
Mitos y Leyendas 
El Mito de la Esfinge
(Sjigx) 
    Se creÃa que la  Esfinge
era un monstruo femenino al que se le atribuÃa rostro de mujer; pecho, patas, y
cola de león; y además tenÃa alas como un ave de rapiña. 
  
   
 Se supone, en ciertas
versiones que es hija de  Equidna  (la vÃbora con cuerpo de mujer, pero con cola
de serpiente en lugar de piernas) y  Ortro  (perro de varias cabezas, que
pertenecÃa a Geriones, y que fue asesinado por
Heracles). En otras variantes es
hija de  Tifón  (hijo menor de  Gea
 y  Tártaro). 
    Algunas tradiciones
menores atribuÃan la paternidad de la  Esfinge  al rey de
Tebas,  Layo  (padre de
Edipo) o al beocio Ucalegonte. 
    Hera envÃa a la  Esfinge
 a Tebas, para castigar a la ciudad por el amor culpable que sentÃa
 Layo  por Crisipo, hijo de
 Pélope  (se cree que esta fue la primera relación homosexual).
Asà la  Esfinge  se estableció en una de las montañas al oeste de
Tebas, y
desde allà devoraba a todos los seres humanos que estuvieran a su alcance y
atormentaba al paÃs. 
    Antes de comerse a los
viajeros, les imponÃa acertijos imposibles de resolver, con la condición de
que si los respondÃan, no los devorarÃa. Todos fallaban en la difÃcil
empresa, hasta que llegó Edipo.  
    El enigma más común de
la  Esfinge era:  ¿Cual es el ser que anda primero con cuatro, luego con dos, y
después con tres patas y que se vuelve más débil según tenga más patas? 
Pero habÃa otro que hacÃa también muy a menudo y era:  Hay dos hermanas una de
las cuales engendra a la otra, y  ésta a su vez engendra a la primera. La
respuesta al primero es  el Hombre, pues gatea cuando niño, camina de adulto y
de viejo anda bastón. La respuesta al segundo son  el dÃa y la
noche, pues el
dÃa en griego es femenino. 
    Según cuenta la leyenda, 
Edipo  sorpresivamente pudo resolver ambos enigmas. La Esfinge, entonces,
despechada y vencida, se lanzó al vacÃo desde lo alto de una roca, y se
suicidó. Ante esto,  Tebas  hace rey a  Edipo
 y le piden que se case con su reina Yocasta, quien verdaderamente era la madre de
Edipo.  
    Otras interpretaciones
narran que fue Edipo, quien una vez que respondió la adivinanza, 
atravesó al
monstruo con su lanza, o lo empujó el mismo por el abismo. 
 
 
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