BELLEZA:
ArtÃculo
Pies Hermosos y Sanos
Los pies son una parte de
nuestro cuerpo que requiere tanto o mayor cuidado que el resto, pues mediante
las atenciones necesarias podemos evitar malformaciones y molestias que resultan
antiestéticas y muy incómodas.
El calzado inadecuado, los
cambios de temperatura, afecciones congénitas, aumento o disminución de peso
son algunos de los factores que influyen en la salud de nuestros pies.
En cuanto a la herencia,
es importante saber que se puede detectar a tiempo si desde muy jóvenes
examinamos nuestros pies con un experto que sepa corregir padecimientos
genéticos. AsÃ, evitaremos también problemas de apoyo, y lesiones en la
columna vertebral.
Sin embargo, es de igual
manera necesario que en nuestra propia casa les demos los cuidados requeridos
básicos para que estén siempre sanos. La limpieza profunda de los pies no
sólo te garantiza la salud, sino que asegura suavidad, belleza y buen olor en
esta parte del cuerpo, que debido a al olvido constante presenta dolencias a
veces muy desagradables.
No obstante, esta limpieza
no se aconseja en caso de que padezcas de hongos, eccemas o eritemas cutáneos,
afecciones de la piel que requieren observación y tratamiento médicos.
Antes de empezar debes
alistar todos los materiales que te hacen falta para realizar esta limpieza que
hará que tus pies parezcan como hechos de nubes:
Una palangana o
barreño lo suficientemente hondo como para sumergir tus pies.
Agua tibia.
Gel de baño de buena calidad.
Aceite de baño.
El zumo de un limón.
Un cepillo de cerdas naturales.
Piedra pómez.
Crema para pies.
Papel aluminio.
Leche o crema hidratante.
En el recipiente mezcle el
agua tibia, una pequeña cantidad de gel de baño espumante, dos cucharadas
soperas de aceite y el zumo del limón. Después sumerge los pies, durante diez
minutos. Mientras los tienes en el agua, cepÃllalos con el cepillo de cerdas
naturales. Luego, frota los talones con la piedra pómez.
Sacude los pies y sécalos
muy bien. Pon especial atención a eliminar los residuos de agua que puedan
quedar entre los deditos. Seguidamente, aplica la crema con abundancia.
Asegúrate que la crema sea especial para pies o al menos, rica en emolientes.
Envuelve, inmediatamente, los pies en el papel aluminio para conseguir una
completa absorción.
Al cabo de 15 minutos
retira el papel aluminio, y extiende una crema hidratante, sin olvidar la
planta, el tobillo, y los dedos. Masajea tus pies para relajarlos con un
movimiento dirigido hacia el tobillo y hacia la punta, y al mismo tiempo
movilÃzalos.
Esta limpieza se
recomienda hacer una vez por semana. Recuerda, además, que para la buena
condición de tus pies es mejor no utilizar cortacallos o utensilios
punzocortantes; si se requiere este tipo de práctica es mejor que acudas donde
un profesional.
Nuestros pies merecen el
mismo cuidado que el resto de nuestro cuerpo, pues de igual manera, de ellos
depende nuestra salud y belleza, asà que no los abandonemos y mÃmelos tanto
como a nuestro rostro o a nuestras manos. El resultado saltará a la vista.
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