FAMILIA:
Relaciones en Familia
La Importancia de
Comunicarnos
Cuando sentimos
cólera o ira es importante decirlo sin herir a los demás.
Sin embargo ,
existe tanto la comunicación destructiva como la constructiva, y para que
nuestras relaciones sean más sanas, deberíamos aprender la forma constructiva.
Cuando escondemos nuestros
sentimientos y nos acostumbramos a acumular emociones, un buen día estallamos
hiriendo a otros o echando a perder una relación, que de otra manera hubiera
funcionado.
Aprender a hablar sin
explotar o sin provocar la cólera excesiva en los demás no es tan difícil. La
clave está en decirlo todo en su momento. Antes que nada, debes convencerte de
que tienes derecho a hablar. Esto es fundamental, pues todos estamos criados
para ocultar lo que sentimos, y en especial la mujer, al menos en lo que se
refiere a la ira.
Recordemos una frase con
la que nos han criado durante siglos: Si no tienes nada bueno que decir, no lo
digas. Vemos a través de ésta y muchas otras frases, como la prudencia se
encuentra en el silencio, que la moral con la que nos educan es la de mantener
silencio. Decir lo negativo es feo, y tal vez eso sea cierto, sin embargo no es
lo sano.
Siguiendo esta tónica es
como aprendemos a callar, a esconder lo que sentimos, a ser hipócritas, a creer
que cuando nos expresemos nos van a rechazar o no nos van a querer. La tiranía
del silencio es una de las causas más comunes de ruptura de relaciones o de
mala situación emocional.
La necesidad de expresarse
no surge únicamente como medio de tener relaciones más exitosas, sino que
además está demostrado que la acumulación de sentimientos provocan
enfermedades relacionadas con la supresión: cáncer, problemas del corazón,
desajustes en el peso, en el sueño, o depresión.
De ahí que sea importante
expresarse. Pero hay que aprender a hacerlo sin explotar, y sin provocar un
conflicto. La idea es hablar sin culpar y escuchar sin juzgar, es decir
conversar e intercambiar opiniones.
Pero, ¿qué se hace
entonces con toda esa ira que no nos deja ni pronunciar palabra? Muy simple,
todos hemos visto a un niño haciendo berrinche o pataleta por nada. Bueno, el
niño en ese momento está dejando salir sus sentimientos reprimidos sin apuntar
directamente a nadie y sin hacerse daño a sí mismo. Así deberíamos actuar
todos.
Cuando sientas que la
cólera te domina, aléjate de la gente que te rodea y explota sola; si es del
caso llora, grita, patalea. Te sentirás mejor. Una vez que te has desahogado y
liberado, puedes entablar una conversación tranquila donde expreses tu
molestia, pero ya sin gritos o recriminaciones que
dañen la comunicación.
Una vez que
hayas eliminado
el exceso de energía, puedes hablar y escuchar de manera constructiva. Después
es recomendable que ordenes tus ideas y lo que quieras decir, así no dirás
nada de lo que te puedas arrepentir, pues muchas veces hablamos sin reflexionar,
lo que empeora las cosas.
Elige el momento adecuado.
No en cualquier circunstancia podemos hablar realmente, y si escogemos un mal
momento, el diálogo puede perderse e incluso se puede generar una pelea. Luego,
durante la conversación no olvides mantener una línea lógica. Las personas
nos entienden mejor cuando les comunicamos una cosa a la vez y no nos desviamos
del tema.
Por último, cuando
expreses tus sentimientos, hazla desde tu perspectiva y sin acusar a tu
interlocutor. No digas "es que tú eres o me haces o tú no
entiendes". Dí mejor "es que yo me siento, y sufro, yo pienso y yo
creo". De esta manera, la persona con la que hablas nunca se sentirá
atacada y entonces le resultará más fácil ponerte atención.
Recuerda que el ser humano
es un animal que habla, pero eso no quiere decir que realmente sepamos hacerlo.
Tal vez debemos aprender, para que nuestras relaciones sean más felices y
nosotros no acumulemos feos sentimientos que nos enferman tanto el corazón
como el cuerpo. La comunicación constructiva se puede lograr, sólo depende de
tu disposición.
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