MATERNIDAD
Higiene Bucal del
Niño
La higiene bucal es
de los hábitos que hay que inculcar en el niño desde que está recién nacido.
Aunque
no tenga dientes, es importante que los residuos de leche materna o de fórmula
sean eliminados, para que no causen infecciones. Por otro lado, acostumbrarlo al
hábito por más tiempo, para que el niño lo aprenda de verdad y realmente se le
vuelva un hábito.
Ahora, mientras esté muy
bebé y no tenga dientes, lo indicado es limpiar las encías con una gasa limpia
y húmeda. Cuando aparece el primer diente, es momento de empezar a utilizar el
cepillo de dientes, el cual debe tener la cabeza del tamaño de tres dientes del
bebé como máximo. Las cerdas deben ser suaves, flexibles y redondeadas.
Las zonas donde el bebé todavía no
presenta dientes deben ser limpiadas todavía con la gasa. El cepillado debe ser
circular, con movimientos que toquen la encía y los dientecitos, tanto por
dentro como por fuera. La pasta dental no es recomendable, pues el bebé tiende a
tragarse la pasta, lo cual promueve la aparición de manchas en los dientes
permanentes.
El método más fácil y
más seguro para lavarle los dientes al bebé, es colocándolo en una superficie
horizontal. El baño no es el mejor lugar, porque hay distracciones para el
niño, y además la superficie es resbalosa. Sostenga la cabecita de su hijo
con una mano, y con la otra proceda a la limpieza.
Cuando los niños ya son
más grandes y han aparecido los dientes primarios (promedio tres años), se debe
iniciar la limpieza bucal infantil, ya con hilo
dental, en especial en las zonas
molares. La primera cita con el dentista debe ser cuando el niño cumple un año
de edad. Él los podrá orientar acerca de los pasos a seguir.
Si el proceso de limpieza no se inicia a tiempo, el hábito no se creará, la
aparición de caries es muy factible y problemas más graves creados por los
residuos de leche que se quedan en las encías y destruyen el esmalte de los
dientes, aunque estén en formación.
Por último, hay varias
recomendaciones que deberías seguir para cuidar los dientes de tu bebé.
Primero, es mejor que la lactancia o biberón no continúe después del año de
edad. Por otra parte, no utilices el biberón como tranquilizante, y si lo usas
para dormir al niño, dale agua en lugar de leche.
No pongas miel o azúcar en la chupeta (chupe) del niño, pues el dulce es lo que
produce caries. Recuerda revisar las medicinas, pues muchas tienen un alto
contenido de azúcar. Para evitarlo, recuerda limpiar la boquita del bebé después
de cada toma del medicamento.
Si tomas en cuenta todos
estos consejos, y sigues las indicaciones del pediatra, así como las del
ortodoncista, los dientes del bebé estarán limpios y sanos y tu hijo
adquirirá el hábito de la higiene bucal.
Más
artículos
|