MATERNIDAD
La Lactancia
Ya
es
sabido que la lactancia implica para el bebé una gran cantidad de beneficios en
diversos ámbitos. Incluso hay estudios que dicen que los bebés que se alimentan
de leche materna, serán adultos más inteligentes.
La leche
materna tiene
factores inmunológicos que son altamente necesarios para el bebé. Su sistema de
defensas no está también desarrollado como para combatir ciertas enfermedades
o infecciones, y la leche de la madre puede ayudarlo en este proceso.
Entre lo que hace a la
leche materna tan maravillosa, es que además de crear un vínculo emocional
entre el bebé y la madre, contiene células inmunológicas y proteínas que
defienden al niño contra enfermedades estomacales y respiratorias, además de
que previene las alergias.
Debido a su importancia en
el desarrollo sano del niño, tanto en un nivel físico como emocional, la
lactancia debe ser un período que dure lo más que se pueda. Claro en esto
entran en juego muchos factores, como el hecho de que la madre trabaje, y de
cuánto tiempo pasa el niño con la madre.
Lo más recomendable
sería amamantar al bebé durante 12 meses es decir un año completo. Eso sí el
pediatra te informará de cuando es indicado según las condiciones de tu bebé,
empezar a alternar la leche materna con alimentos sólidos, para ir
diversificando su digestión. A partir de los seis
meses, aproximadamente, es común que el bebé se empiece a inclinar más por
los alimentos sólidos y los prefiera al pecho. Cuando ya tenga el año, el
bebé mismo optará más por la comida sólida. En este momento ya se podrá
alternar lo que come con la leche de vaca.
Recuerda que la
digestión de tu bebé está en formación por lo que no debes apresurarlo. No
todos tenemos el mismo metabolismo, y en el caso de los bebés ocurre lo mismo.
Por esto es altamente necesario que sigas los consejos y las indicaciones del
pediatra siempre, y que cualquier cambio en su alimentación sea autorizada por
éste, para no causarle trastornos gástricos a tu bebé.
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