HOGAR:
Mascotas
EDUCAR AL PERRO
Los cachorros son como niños,
hay que enseñarles lo que se les permite y lo que les está prohibido.
El perro tiende a morderlo
todo, en especial cuando se queda solo y le dan ataques de ansiedad, cuando está
aburrido, y carece de actividades satisfactorias. En el caso de los cachorros el
problema es más grave, pues además les pican los dientes, e incluso sienten la
necesidad de reconocer lo que está a su alrededor y esto lo hacen llevándoselo
todo a la boca.
Por esta razón, es
necesario ponerle lÃmites. Para eso, cuando lo encuentres mordiendo un zapato o
cualquier objeto que no debe tocar, dile que eso no se debe hacer severamente.
Luego debes quitarle el objeto en cuestión y sustituirlo con uno de sus
juguetes, para que lo mordisquee y juegue con él. Cuando lo haga felicÃtalo
efusivamente.
Si a pesar de esto su
comportamiento equivocado persiste, actúa como su mamá: agárralo de la piel
del cuello y zarandéalo suavemente mientras le dices "no"
severamente. Poco a poco entenderá que lo que hacÃa a ti no te gusta y
diferenciará lo que puede morder y lo que no.
Para que tu perrito se
acostumbre a estar solo y a no hacer desastres cuando no estés, es buena idea
llevarlo a pasear para que se canse, asà no tendrá energÃas para romper nada.
Déjale todos sus juguetes y la comida al alcance, asà cuando tenga hambre o
quiera jugar pueda hacerlo sin necesidad de morder tus cosas. Es bueno impregnar
todos los juguetes con tu olor, pues siempre que escogen un objeto, buscan los
que le recuerdan a su dueño.
Es importante no
dejar a su alcance tentaciones para su hocico, guarda bien los zapatos y las
medias, cierra bien las gavetas, recoge los videocasetes, los libros y
cualquier prenda de ropa. Además tu perro no debe presentir que lo vas a dejar
solo, asà que compórtate como si no fuera a pasar nada.
Una buena idea es que antes
de la gran prueba de dejarlo solo, lo vayas acostumbrando poco a poco a la idea
y a cada habitación. De esta manera, el vacÃo no será tan fuerte. Enciérralo
por cinco minutos en cada estancia con sus juguetes. Si en estas operaciones
continúa mostrando ansiedad regáñalo como ya te explicamos.
Si cuando regresas a casa,
compruebas que el perro no se ha portado como debÃa, te sugerimos ser
indiferente con él, hasta que se acostumbre de nuevo a tu presencia y deje de
brincar y ladrar. Tu indiferencia será suficiente para que entienda que hizo
algo indebido, los castigos no valen la pena, primero porque lo amedrentas y
segundo porque como no fue dado en el momento preciso en el que él se estaba
portando mal, no lo va a relacionar.
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