MATERNIDAD
MADRE TRABAJADORA
Hoy en dÃa son cada vez
más las mujeres que deciden ser mamás y que por una razón u otra trabajan.
Hay mujeres que trabajan
por decisión propia, por que sienten que es parte de su realización personal
hacerlo y que es su derecho. Además no les gusta depender económicamente de su
pareja. También existe la mujer que tiene que trabajar para sobrevivir, ya sea
para complementar el sueldo de su compañero, o porque es madre soltera. En
cualquier caso, lo importante es que por una u otra causa son mujeres
trabajadoras.
Ahora el hecho de que sean
mujeres trabajadoras no quiere decir que deban abstenerse de tener hijos. Con
organización todo se puede hacer. No hay por qué llegar a la encrucijada mis
hijos o mi trabajo; no es necesario escoger.
Primero que nada debes
estar segura que tu trabajo cumple con tus necesidades tanto emocionales como
económicas, si no es asà es mejor que busques otro para que no te sientas
culpable por dejar a tus hijos por un trabajo que no te llena.
Después, es importante
que no lleves el trabajo a la casa, de esta manera el tiempo que estés con tus
hijos, puedes realmente dedicarlo a ellos. También debes saber con quien
cuentas para que te los cuide si trabajas tiempo completo, o si son muy
pequeños. Puede ser tu marido, tu mamá, tu hermana, una amiga, o una niñera.
Eso sÃ, debes tenerle completa confianza a esa persona, para que cuando
trabajes no estés pensando en todo lo malo que les puede pasar a tus niños.
A ellos, debes explicarles
tus razones, aunque son muy jóvenes deben empezar a comprender desde el
principio por qué trabajas, para que asà no sientan que los estás
abandonando.
Otra cosa importante que
no debes olvidar es tratar de estar con ellos cuando te necesiten de verdad,
debes planificar a que eventos de la escuela irás, y a qué actividades los
acompañarás, según tu presencia sea requerida, y lo que signifique para
ellos.
Además, recuerda siempre
estar al menos una hora con ellos, revÃsales las tareas, habla y comparte con
ellos tu trabajo, tu vida y anÃmalos a que ellos lo hagan contigo. Debes
demostrarles que aunque no estés con ellos todo el dÃa, eso no significa que
no te intereses en sus pequeños mundos, sus problemas y alegrÃas. Juega con
ellos, traten de cenar juntos. Todo esto es lo que crea lazos entre los miembros
de la familia.
No debes ofuscarte, aunque
estés cansada, ten paciencia con tus hijos que te lo van a agradecer. No
lleves las tensiones de la oficina a tu hogar, ni al revés. Contrólate y
entiende que no hay relación entre un lugar y otro. Siempre es necesario que
tus hijos te vean entusiasta aunque sea un ratito, para que asà sientan que los
quieres y que te alegra verlos.
Si por suerte tienes
compañero, comparte las obligaciones con él, no es justo que todo te toque a
ti.
De igual manera, recuerda
que no eres una súper mujer, que te cansas, que tienes tu carácter, que sufres
y rÃes igual que todo el mundo. No te exijas lo imposible, haz lo que puedas y
siéntete contenta de hacerlo.
Los hijos de la mujeres
trabajadoras llegan después a comprender y a admirar profundamente a su mamá.
Dales esa oportunidad. Hoy en dÃa las empresas tienen hasta guarderÃas, para
cuidar los niños de sus empleadas. Ya no puedes decir que porque tienes hijos,
no puedes trabajar. Si no lo haces es porque no quieres y eso es muy respetable,
sobretodo si tienes los medios para no hacerlo. Pero, no te escudes en tus
hijos, las mujeres de este siglo se valen cada vez más por sà mismas, y ser
mamás no es un impedimento.
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