FAMILIA:
Relaciones en Familia
CUANDO
HAY PREFERENCIAS
Entre he rmanos
siempre hay competencias. Quién crece más, quién es más rápido, quién obtiene
mejores notas en la escuela, en fin todo eso que hace que los niños, y en
general cualquier persona, no se estanquen ni se conformen con lo que tienen.
Eso es competencia sana.
Pero, ¿qué pasa cuando los
hermanos se pelean el cariño de los padres, y estos dicen que los quieren
igual, pero demuestran preferencia por alguno? El que no se siente amado,
odiará a su hermano, el amado sentirá que su hermano no lo quiere y no
va a entender, pero al mismo tiempo será cruel y se aprovechará de su
situación, evidenciándole al otro su lugar de privilegio. Esto causa
heridas que no sanan nunca y que puede tener consecuencias muy desagradables.
Este
problema es tan viejo como el mundo. Recordemos la historia de CaÃn y
Abel, donde CaÃn, sintiéndose despreciado por su Creador, mata a Abel en
venganza. Siempre se ha creÃdo que la vÃctima es Abel, pero CaÃn sufrió
no solo el castigo de Dios, sino que también tuvo que vivir con el peso
de haber matado a su hermano en su conciencia. ¿Injustamente? Nunca lo
sabremos. El caso es que él se sentÃa despreciado, no importa si
realmente lo era. Para él, su crimen estuvo justificado.
En el caso nuestro, es igual.
No importa que no sea cierto, pero asà lo perciben los niños. Muchos creen que no
es nada serio, que son niñerÃas. Pero, de hecho es todo lo contrario. Cuando
los hermanos crecen, el resentimiento también crece con ellos. Y muchas
veces nunca lo superan. Los padres deben estar atentos a sus hijos, a las
necesidades de cada uno, ya sean niños o adultos, y por encima de todo ser
muy equitativos, evitar las comparaciones, y tratar de generar un ambiente de
competencia sana y libre que no vaya a producir rencores u odios entre la
familia.
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