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MATERNIDAD
CITAS PRENATALES DE
LOS DOS
Los médicos de nanotologÃa y los ginecólogos hacen cada vez más
énfasis en
que el padre deberÃa acompañar a su esposa a las citas durante todo el
embarazo y hasta en el nacimiento del hijo.
Si él la acompaña será más capaz de comprender las etapas tanto fÃsicas como
emocionales que atraviesa la madre a lo largo de esto s
nueve meses.
Por otro lado, la madre se sentirá más segura, más acompañada y acuerpada
por su marido, por lo que internamente estará más estable, y esto es garantÃa
de que el desarrollo del bebé será tranquilo y sin inconvenientes sorpresivos.
Es hartamente sabido que la mujer se pone muy sensible, irritable y delicada
durante el embarazo, por lo que es positivo hacer que las circunstancias que la
rodean sean las más propicias.
Además, si el hombre la acompaña al médico, se verá más involucrado con
este complejo proceso de traer un hijo al mundo, será un verdadero compañero
para su pareja y empezará a ser padre antes de que el niño nazca, lo cual es
muy recomendable.
Ahora, si esto es totalmente imposible por razones de trabajo o cualquier otra
causa, se le recomienda al padre que al menos asista a una cita por trimestre.
En la primera visita es fundamental la presencia del padre, pues es cuando se
establece el expediente del nuevo bebé y el padre puede aportar datos que
incluso la madre desconoce.
La segunda debe corresponder a cuando se escuchan por primera vez los latidos
del niño. Esto es alrededor de los tres meses, y es importante porque el
sentimiento del padre al escuchar este sonido de la vida, producirá un vÃnculo
que ya nunca se va a romper.
Entre los cuatro y cinco meses es cuando se realiza el primer ultrasonido. La
presencia del hombre es importante porque es hasta este momento en que se toma
verdadera conciencia de que se va a ser padre y madre, pues es entonces cuando
se reafirma la existencia del niño.
La última visita es cuando ellos sientan necesario, es mejor que sea bien
cercano al momento del parto, por cualquier eventualidad, y para que la madre se
sienta más segura. Se acerca el momento y ella probablemente esté asustada.
En todo caso, la idea es que la mujer no pase sola por este proceso, sino que el
padre sea parte integral, apoye y acompañe a su esposa, para que la relación
entre ellos asà como la de la familia en conjunto se fortalezca y enriquezca.
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