| 
 ESPECIAL DÃA 
DE LA MUJER 
8 DE MARZO 
 
  
ISABEL I DE CASTILLA 
Isabel, La Católica 
 Isabel
de Castilla nació en 1451, en  Madrigal de las Altas Torras,  España y fue la hija de
 Juan II, Rey de Castilla y León, y de  Isabel
de Portugal. Desde m uy joven fue separada de su amado campo y llevada a vivir a
la corte de  Enrique IV, su hermanastro. AquÃ, ella se interesó mucho por los
asuntos polÃticos e históricos de Castilla. Fue una mujer muy capaz y
sumamente católica. 
 El hermano menor de  Enrique
IV, Alfonso, inició una revuelta pero murió joven.
Sus partidarios quisieron que  Isabel lo sustituyera, pero ella se negó pues
pensaba que Enrique IV, tenÃa derecho legÃtimo al trono. Por esta muestra de
fidelidad,  Enrique  la nombró heredera de  León y
Castilla. 
 Isabel
tuvo muchos pretendientes, pero ella era de carácter fuerte y no permitió que
sus padres o su rey decidieran con quién se iba a casar. Tuvo una amistad larga
con el Padre Coca, quien la aconsejó a través de su vida, y con respecto a los más
variados asuntos. Fue por su consejo que  Isabel decidió casarse con
 Fernando de Aragón, en 1469. A raÃz de esta unión,
 España se convirtió en un reino
unificado (tanto polÃticamente como religiosamente) y es hoy el paÃs que
conocemos. 
Mientras ella estuvo en el trono, se inició la
 Inquisición Española, se logró
la reconquista de  Granada y los
 
judÃos fueron exiliados de España, por atentar
contra el catolicismo.  
Su relación con  Fernando fue más de amistad y de intereses polÃticos que de
amor.  Fernando era muy guapo y no tardó en tener amorÃos con las mujeres de la
corte. Isabel, se mantuvo incólume, y mientras su marido tenÃa la cabeza en
otros asuntos y ambicionaba más poder, ella gobernaba con gran sabidurÃa. Fue
una mujer de una gran espiritualidad, y siempre pensó primero en su adorada 
Castilla (y en España) y luego en sà misma. 
Además, ella personalmente tomó la decisión de ayudar a
 Cristóbal Colón en
su aventura, le dio joyas y dinero para que probara su teorÃa y fuera a buscar
especies a la India. Fue gracias a esta especie de patrocinio que  Colón dio con
el nuevo mundo (América). 
 Isabel la Católica murió el 26 de noviembre 1504 en
 Medina del Campo, enferma,
pero su fuerza interior no la abandonó nunca, por lo que incluso desde su cama
gobernó con gran sabidurÃa. 
Regresar 
 
 
  
                       |